Estados Unidos reingresa en la OIT

«Me produce extrema satisfacción que esta gran democracia haya decidido reintegrarse a la Organización. Es una decisión que fortalecerá considerablemente la capacidad de acción de la OIT en momentos en que el mundo hace frente a agudos problemas laborales, como son los del empleo, condiciones de trabajo, relaciones obreropatronales y derechos humanos. Estos problemas exigen la atención conjunta de todos los miembros de la comunidad mundial.»Estas palabras son parte sustancial del comentario que hizo ayer Francis Blanchard, director general de la OIT, con motivo del reingreso de Estldos Unidos a la Organización, anunciado por el propio presidente Carter en Washington.

Estados Unidos se retiró de la OIT en 1977, en protesta por lo que calificó de «excesiva y creciente politización de la Organización». Esta decisión de la Casa Blanca respondió principalmente a las sucesivas condenas al Gobierno de Israel, en el seno de la OIT, por los «malos tratos a los trabajadores árabes en los territorios ocupados».

El presidente Carter, al anunciar ayer la decisión de su Gobierno, afirmó que ésta «cuenta con el apoyo de las organizaciones sindicales y empresariales estadounidenses». Para Carter siempre resultó de vital importancia la opinión de la poderosa central sindical norteamericana AFL-CIO sobre esta materia.

Por otra parte, el embajador de España ante la OIT, Manuel Jiménez de Parga, señaló que es importante el reingreso de Estados Unidos «porque refuerza la universalidad de la Organización desde el momento en que cualquier resolución que se adopte tiene la fuerza de ser decisión de todos los Estados del mundo». El embajador agregó que permitirá además, reforzar los medios financieros de la OIT, «si bien durante estos dos años y medio la Organización ha cumplido todas sus tareas y se ha producido un esfuerzo solidario por suplir la ausencia de Estados Unidos».

Jiménez de Parga precisó que aunque Estados Unidos se retiró hace algo más de dos años, «en este tiempo ha cambiado el panorama internacional, y el Gobierno norteamericano ha de tener en cuenta que existe en el horizonte un nuevo orden internacional, donde la fuerza de los grandes Estados está contrarrestada por el espíritu solidario de los países del Tercer Mundo». Señaló, finalmente, en abierta alusión al motivo que adujo Estados Unidos en el año 1977 para su retiro de la OIT, que «la pretensión de "despolitizar" una institución internacional nunca se consigue plenamente, puesto que cuando se quiere expulsar por la fuerza a la política de una de estas organizaciones, la política entra por la ventana», concluyó el embajador español.

El presidente de Estados Unidos, al hacer pública la decisión gubernamental de reingreso en la Organización Internacional del Trabajo, explicó en un escueto discurso las razones que hacía dos años habían provocado la retirada de la organización. «Se había desviado excesivamente de sus principios y finalidades fundamentales», comentó Jimmy Carter.