Cuatro heridos de bala en tiroteo entre atracadores y policías
Un guardia civil, dos presuntos atracadores y una mujer que viajaba en un autobús resultaron heridos de bala el jueves por la tarde en un tiroteo establecido entre fuerzas del orden y un grupo de delincuentes que acababan de atracar la joyería Arva, situada en el número 133 del paseo de Extremadura. En el transcurso del suceso, del que informó EL PAÍS en su última edición de ayer, se recuperó el botín del atraco, valorado en un millón de pesetas.El atraco fue cometido por tres hombres, dos de los cuales han sido arrestados. Una vez consumado el robo, los atracadores se apoderaron de un coche Seat 127 a punta de pistola y trasladaron hasta él a Domiciano Parra Martínez, de 53 años hermano del propietario de la joyería Arva, en calidad de rehén. Tal como EL PAÍS explicaba ayer, los equipos policiales de la Brigada Regional de Seguridad trataron de acordonar la zona en el momento en que tres guardias civiles de paisano, que transitaban por ella, se apercibieron de la huida de los delincuentes y trataron de detenerlos.
En el intercambio de disparos, cuatro automóviles recibieron impactos de bala. Al desenlace del suceso, y después de abandonar el vehículo, fueron detenidos José María Guille Martínez, de veintidós años, a quien los agentes lograron reducir en un portal de la calle de Sepúlveda, y Juan Melero López, también de veintidós años, que estaba en periodo de servicio militar. El primero de los arrestados tenía un balazo en la espalda, y el segundo, uno en un pie, otro en un muslo, y otro en el cráneo, si bien la bala no había llegado a perforárselo.
Posteriormente, los policías descubrieron dos aparatos radiotransmisores, uno en el mencionado Seat 127 y otro en un Seat 132-1.800, que también había sido usado por el grupo de malhechores. Fueron recogidos trece casquillos de bala de nueve milímetros y otros seis de 7,65; un revólver, calibre 44 milímetros, con todos sus proyectiles detonados, y una escopeta de cañones recortados, del calibre doce, con dos cartuchos disparados y todavía en la recámara. La policía especifica que los perseguidores de los asaltantes ignoraban la existencia del presunto rehén, que se había echado al suelo del vehículo y que fue rescatado sano y salvo. La mujer que viajaba en el autobús fue alcanzada por una bala perdida.
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