Equilibrio perfecto

En la Bolsa de Madrid volvió a rozarse el imposible. El índice general de la reunión repitió exactamente su valor del día anterior, a pesar de ponderar en su confección 75 valores.Este dato, la única noticia de la sesión, resulta suficiente para definir el comportamiento de una jornada aburridísima, en la que la falta de órdenes determinó el comportamiento lineal del mercado. A diario, el cronista se enfrenta con el problema de comentar sesiones carentes de interés en las que todo es sabido desde el principio. Y a diario, con pueril candidez, esperamos que la próxima sesión depare elementos suficientes como para construir un comentario medianamente interesante.

Ayer, contratar, lo que se dice contratar, lo hicieron los bancos, valores que cuentan con apoyos de reconocida solvencia, y las eléctricas, por lo amplio de su accionariado. El resto del mercado quedó absolutamente inédito, y sujeto a comportamientos que no rebasaban la pura anécdota.

Así, los bancos mostraban su apego por los actuales precios, generalizándose las repeticiones. Sólo el Hispano, recuperando cuatro de los cinco puntos perdidos el martes, y el Vizcaya, mejorando dos enteros, rompían la uniformidad del sector. La única novedad es que después de hora se escuchaban algunos voceos demandantes para estos valores. Los corros eléctricos, francamente aburridos. Los escasos saldos compradores generados a primera hora eran rápidamente cumplimentados, y al cierre sólo se demandaba alguna Sevillana.