Liberada sin procesamiento después de dos años de cárcel

Un equipo de abogados llevará a cabo diversas acciones legales para la obtención de una compensación económica por parte de María Teresa Fabres Oliveras, presunta implicada en el caso del incendio de la sala de fiestas Scala, de Barcelona, que acaba de ser puesta en libertad debido a que el ministerio fiscal, al evacuar, el trámite de calificación, no halló causa de inculpación penal.

María Teresa Fabres, militante de CNT, fue detenida el día 17 de enero de 1978, dos días después del atentado contra la sala de fiestas, que costó la vida de cuatro trabajadores. La policía, en nota oficial, consideró, entonces presuntos responsables del atentado a los miembros de un «comando integrado en la Confederación Nacional de Trabajadores, militantes a su vez de la Federación Anarquista Ibérica y Juventudes Libertarias. Fueron detenidos un total de once personas, con una edad media inferior a los veinte años.La CNT replicó sobre información policial y afirmó ser ajena a los hechos, que habían sucedido muy poco después de que finalizara una manifestación autorizada, convocada por la central anarcosindicalista. En una serie de artículos sobre la crisis de la CNT, publicados en este diario entre los días 27 de abril y el dia 3 de mayo de 1979, destacadas figuras del entonces sector «reformista» implicaron en la comisión del atentado «a miembros de la FAI del interior que están muy bien relacionados con sectores del exilio». La argumentación de los «reformistas» partía de que las acciones terroristas impedían que la CNT adquiriese fuerza como central sindical, lo cual, en su opinión, hubiese determinado la marginación de los sectores radicales, en absoluto inclinados hacia las labores sindicales clásicas.

Posteriormente, altos cargos de la CNT anterior al polémico quinto congreso manifestaron a este diario que todas las detenciones quedarían aclaradas si pudieran localizar a un presunto confidente de la policía -infiltrado en grupos de acción de la CNT-, cuyo nombre facilitaron. Afirmaron que ignoraban su actual paradero, pero que toda la organización anarcosindiéalista le está buscando.

María Teresa Fabres fue inicialmente procesada como mera encubridora -al igual que otras dos chicas posteriormente puestas en libertad-, pero al recurrir y posteriormente apelar la defensa contra el auto de procesamiento -dictado por un juzgado de Barcelona-, la Audiencia Nacional cambió la calificación del delito imputado a María Teresa Fabres. Esta pasó a ser procesada como presunta coautora.A continuación se produjo un conflicto procesal. La Audiencia Nacional sostuvo que no se trataba de un delito de terrorismo y que en consecuencia era competente la Audiencia de Barcelona. Esta última lo entendía de forma antagónica y remitió la competencia a la Audiencia Nacional. El Tribunal Supremo zanjó el tema atribuyendo la competencia a la Audiencia de Barcelona.

De este modo, el sumario quedó en manos del Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona. El juez requirió la calificación fiscal, quien, en un trámite de instrucción llevado a cabo hace muy pocos días, comunicó al juez que no halla indicios de delitos en los actos de María Teresa Fabres procedía al sobreseimiento.