Durante el homenaje

que los periodistas españoles ofrecieron ayer en Madrid a su compañero Augusto Assía flotaba en el ambiente una curiosa paradoja: el homenajeado, que había recibido las adhesiones de asociaciones de la prensa de defensores acérrimos de la titulación profesional, no cuenta entre sus carnés con el documento oficial que pudiera acreditarle como periodista. A cambio de ese título, Felipe Fernández Armesto, el verdadero nombre de Augusto Assía, va por el mundo con la acreditación quele confieren cincuenta años de dedicación a la profesión que practica. Esa dedicación, precisamente, fue la que ayer se honró en el almuerzo del Eurobuilding.