CCOO pretende convocar una huelga general en el sector siderúrgico
Comisiones Obreras pretende convocar a primeros de febrero una larga huelga simultáneamente en Ensidesa, Altos Hornos de Vizcaya y Altos Hornos del Mediterráneo. Esta central sindical hizo público ayer un comunicado en el que se pronuncia a favor de una huelga en Ensidesa con una duración superior -dice textualmente- a las convocadas anteriormente como respuesta a la oferta de la empresa concretada en un plan de reestructuración que prevé un aumento salarial del 4% para este año y del 7% para 1981.CCOO invita a sumarse al paro a los trabajadores de Altos Hornos de Vizcaya, a la vista de que la propuesta de aumento salarial formulada por esta empresa es similar a la de Ensidesa, y a los de Altos Hornos del Mediterráneo, cuya oferta, aventura CCOO, no será mejor. Por su parte, los comités de fábrica de la UGT se reunirán hoy en Oviedo para decidir si apoyan o no el paro que, según fuentes solventes, no se desencadenaría antes del viernes, para celebrar antes las elecciones de las comisiones de seguridad, tema que, según CCOO, no cabe posponer por más tiempo.
Desde 1974, el coste del personal de Ensidesa ha crecido ostensiblemente, sin guardar relación alguna con la evolución de la facturación, según explica el informe presentado por la dirección de la empresa a los representantes de los trabajadores en la negociación del convenio colectivo. Este hecho, unido al mayor volumen de la deuda y al encarecimiento del dinero, que motivaron un peso relativo de los intereses superior al 11% de la facturación, han conducido a Ensidesa a una situación muy dificil.
El informe de la dirección destaca que todos los pronósticos coinciden en que la crisis económica va a ser duradera, y no sólo en razón del problema energético, sino porque en el fondo de la crisis subyace un fenómeno de exceso de capacidad de bienes de equipamiento en los países industrializados.
El descenso de la demanda interna obligó a Ensidesa a exportar proporciones crecientes de su producción, hasta llegar a un tercio de la misma, a los «muy bajos precios del mercado internacional». Ante esta situación se pretende impulsar la competitividad al máximo. Según el informe de la dirección, en ninguna empresa competitiva el coste de personal rebasa el 20% de la facturación; sin embargo, en Ensidesa supone el 28,3%. En los intereses de la deuda también hay un exceso de más del 5%. Una distribución típica aconseja un 6% de intereses de la deuda, que en el caso de Ensidesa es del 11,2%.
La distribución del margen empresarial ha ido desequilibrándose progresivamente progresivamente en favor del coste de personal, confinando la generación de fondos a valores irrisorios -el coste del personal creció más del triple del aumento de la facturación por persona en el período 1974-1979-. En cuanto a la productividad, Ensidesa osciló en este período en el entorno de 190 toneladas por persona y año, cifra que en las siderurgias competitivas supera las trescientas toneladas.
El informe advierte que en las condiciones actuales Ensidesa no tiene viabilidad alguna, salvo que emprenda medidas similares a las ya adoptadas por sus competidores europeos, que califica de «muy drásticas y profundas». En consecuencia, proponer un plan de reestructuración (véase EL PAIS 24-1-1980) destinado a conseguir los dos parámetros que definen a una empresa siderúrgica integral como competitiva y rentable: a) Una generación bruta de fondos, igual o superior al 15% de la facturación-, y b) Un coste total del personal igual o inferior al 20% de la facturación.
Entre los objetivos a medio plazo figuran: el cierre a plazo fijo de las instalaciones obsoletas y la aplicación de expedientes de jubilaciones anticipadas.
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