La pasota y el ministro
La pasota se ha pasado la noche en El Sol, que es el sitio punk y rockero de la calle Jardines, fumando dentro de los espejos con las gafas negras de Ramoncín (que hoy me pone una postal desde Inglaterra). La pasota viene de pelo mojado, peca/ lunar/ estrella en la frente, gafas/antifaz, malla negra, cinta roja, zapato apache y suéter de estibador:-Mucho lo tuyo, Umbral, amore, que es que las aciertas todas, o sea total, a ver si te vas abriendo. para Manhattan, que es lo tuyo, porque aquí estás pasadísimo, que van haciendo ministros a todos tus damnificados, don Cierva, Meliá y todo el material, o sea que volvemos a las dos Españas, un vacile, toda España en UCD y tú solo en mitad de la rúe, ya me dirás, tronque es que no se te arregla, oyes, y si no pregúntale a Picatoste, que ya sé que a veces os abrís, o sea en plan viejos tiempos, hasta casa de Leguineche, mira el carrerón que lleva Picatoste, sin dejar la dignidad profesional, él en lo suyo, y toda la basca ucediaria, o sea la gente menuda me refiero, con el resentimiento puesto, que largan de que ese cargo tenía que ser para ellos, y Picatoste, ni pilarista ni nada, por propios méritos como si dijéramos, sin exhibir carnet ucedé número bajo, pues tú te lo podías montar de lo mismo, carrocísima, que don Cierva va a renovar mucho el mogollón ministerial, una movida democrática, no veas, y a lo mejor te ponía de portero, o sea si te comportases, con doña Felicidad Blanc de Panero, allí en la garita a mano derecha según entras, ella cogiendo los puntos a las medias de Carmela García Moreno y tú cogiéndole los puntos a ella, una seguridad, un escalafón, una cosa, si don Cierva mismo lo ha dicho, que tú es que no te aclaras, cuerpo, que Malraux y tantos intelectuales europeos han puesto su cultura al servicio, o sea del poder, cómo lo ves, tronco, y hasta va y cita al tercer hombre, que ya es un cuelgue, y el reloj del cuco, que la paz sólo da el reloj de cuco, lo cual que te va a hacer la guerra, y menos mal la teleleche, que se la han mangado para José Meliá, pero peor me lo pones, princés, que con ése tampoco te llevas, me parece, y el personal va a tardar una tira en verte en las seiscientas veinticinco líneas, mayormente si no aceptas pronto un anuncio de champán, don Arce & Potti un suponer, que en mejores tiempos te escribía cartas en papel bueno y ahora no te ofrece nada, cuando estás más volcado de pasta, o sea sin una chapa, para qué andarnos, y encima te roban imagen y te chupan cámara, que escritores, por la teleleche, ya sólo Vizcaíno, y con el cirio que hay armado en el Prado of King, de llamarte nada monada, lo cual que tu periódico ha tirado, o sea de la manta, y no como don Emilio Romero, que cuando tiraba de la manta decían que era para llevársela, qué vida lleváis, tío, las carrozas, con el mal rollo político, yo que tú me fumaba un golden y a tomar por retambufa, que una yerba dorada es mejor que una secretaría de Estado para la Información, te lo prometo, o sea. Como sigas haciendo ministros a todos tus damnificados, puede volver hasta Reguera/cuerpo, que más marcha tenía que muchos de éstos, o Camuñas mismamente, en su velero Sañumac, el apellido del revés si te fijas, que el otro día salía en un Nodo de balandros, en el minicine me refiero, antes de la peli, y a tus amigos los infrarrojos no les dan una cartera ni siquiera de Ubrique, que antes molaban todo, cuando la movida hippy, si te recuerdas, en plan talabartería, vida natural y volver a los orígenes, pero a lo que te iba, reinona, Camuñas volviendo en el Sañumac, tipo Sandokán, que se lo monta en plan Conrad, que estoy leyendo ahora a Conrad, bibliografía que me ha pasado Benet, o sea, y Camuñas entrando por Cartagena, que es por donde se entra, por donde tenían que entrar todas las carrozas del exilio, fósiles o centenarios, lo cual que ya sólo te quedan tus amigos muertos, como a los Luca de Tena, que los vivos están rodeados por el marcador automático de la teca esa de San Jerónimo, hilo musical Moncloa y Fraga de pinchadiscos, se acabó el trip democrático/ libertario, y tú sin enterarte, de japonés en la trinchera. Te fumas esta china y a pedirle a don Cierva la portería donde coge los puntos doña Feli.
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