El "ayatollah" Jomeini, enfermo del corazón

Ayer fue el último día de una campaña electoral en la que cualquier método parece válido. Coincidiendo con las últimas horas de propaganda política, el imán Jomeini tenía su primer biznieto: una niña. Da la casualidad de que el candidato Sadeh Tabatai es tío de la criatura. Como era de suponer, ha faltado tiempo para que Tabatai trate de ganar votos con el parto.Al margen de los aspectos pintorescos, se observa un fuerte aumento de la popularidad del candidato Hassan Habibi, ministro de Enseñanza Superior y portavoz del Consejo de la Revolución. Hasta anteayer, sólo Bani Sadr y Madani eran considerados favoritos.

Ahora comienza a sonar fuerte el nombre de Habibi- quien parece apoyado, por un importante sector de la línea dura. Entre otros, se han adherido a su candidatura el influyente seminario de Qom y el Partido de la República Islámica. Este último partido presenta su propio candidato, el casi desconocido Sayed Hassan Ayed, pero son pocas las posibilidades que tiene de lograr el triunfo.

Este apoyo a Habibi se habría hecho pensando ya en la segunda vuelta. Ya que no puede contar con un presidente propio, la línea dura del Partido de la República Islámica preferiría, por lo menos contar en la presidencia con un hombre afín.

Añadiendo misterio a la jornada, a última hora, la oficina del imán Jomeini hizo público un comunicado en el que anunciaba que el dirigente político-religioso iraní se iba a tomar dos semanas de descanso. En la misma nota, se rogaba a los creyentes que rezaran por la salud del imán. De nuevo, comienzan a correr en Teherán los rumores sobre el estado del corazón de Jomeini, de quien se dice que padece una enfermedad cardíaca.

Las presidenciales iraníes son la causa de que Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea hayan decidido posponer la aplicación de sanciones contra el país asiático por el secuestro de cincuenta rehenes norteamericanos desde el 4 de noviembre.

Los acontecimientos afganos y la conveniencia de no presionar demasiado al régimen de Jomeini han decidido a Washington a adoptar un compás de espera. Los países de la CEE, por su parte, prefieren esperar a la conferencia islámica de Pakistán, que se abre el viernes.