El aterrizaje de un reactor holandés reaviva la polémica sobre el aeropuerto de Vigo

El aterrizaje en el aeropuerto de Vigo-Peinador de un reactor Boeing 727, en el que viajaba la selección holandesa de fútbol, ha levantado una oleada de críticas y protestas contra el ministro de Transportes, Sánchez Terán, que había prometido inaugurar personalmente las instalaciones del aeropuerto para recibir reactores en el otoño de 1979.

Se dio el caso, además, de que el Fokker de línea regular, que tenía prevista su llegada poco después, no tomó tierra por culpa de la niebla; la selección española, que ayer se enfrentó a la holandesa en Balaídos, tuvo que regresar a Madrid y viajar en tren hasta Vigo.

Tanto el alcalde de Vigo como el concejal-delegado de Transportes expresaron públicamente sus críticas al ministro, mientras que el concejal independiente señor Nieto le dirigió un telegrama en duros términos. El concejal de Transportes, Carlos Núñez, había asegurado hace unas semanas que en ciertas instancias del Ministerio de Transportes se pretendía impedir que el aeropuerto de Vigo pudiese recibir reactores. Recientemente han llegado a Peinador dos ILS y un VOR para facilitar los aterrizajes en condiciones adversas.

El comandante del reactor holandés manifestó que no había tenido dificultades para tomar tierra en Peinador, a pesar de la niebla, y que le habían sobrado casi mil de los 2.200 metros de la pista principal.