_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De la confrontación al consenso

El espíritu del consenso, sí no el consenso mismo, tal y como ha sido practicado hace ya algún tiempo en el ámbito político, parece que ha impregnado la actividad corporativa del Colegio de Abogados de Madrid. Quien haya conocido las movidas juntas generales de la abogacía madrileña en los primeros años de la década de los setenta y haya sido testigo de la celebrada ayer, que se desarrolló en un ambiente altamente civilizado, y en la que no cabe anotar ninguna salida de tono, puede estar tentado de describir este proceso histórico con el título que abre este comentario: De la confrontación al consenso.

Un dato objetivo puede estar en el origen del clima de distensión que se observa en el seno de la abogacía madrileña, y que resalta todavía más en momentos tan proclives a la confrontación como son las juntas generales, y es el cambio sociológico operado estos últimos años en el Colegio de Abogados de Madrid con la llegada de nuevas generaciones de profesionales. También ha podido ocurrir que las viejas generaciones, demasiado adictas a una determinada concepción de lo jurídico, propia de un momento histórico ya superado, se han convencido al fin de que la abogacía debe estar presente en batallas donde están en juego los derechos humanos y la defensa de una interpretación no restrictiva de la legalidad. Por otra parte, y muy felizmente, los asuntos más propiamente políticos, que en otro tiempo confluían en los colegios profesionales, y, muy especialmente en los de abogados, han encontrado, al fin, los cauces adecuados dentro de la actual configuración democrática del Estado.

En todo caso, no es ajena tampoco a este clima de distensión de la abogacía madrileña la actual junta de gobierno, cuya labor previa de acercamiento de posiciones y de limar diferencias es, en general, reconocida. Lo que importa ahora es que esta política del sí, de aceptar todas las propuestas razonables, no se practique sólo en el ámbito de las Juntas Generales, sino que se mantenga después y se luche porque lo admitido en un momento se lleve a la práctica posteriormente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_