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La construcción de Madrid, "test" sobre la efectividad del acuerdo-marco

El convenio de la construcción de Madrid, uno de los convenios-test sobre la negociación colectiva anual, puede convertirse desde ayer en un auténtico pulso entre UGT-CEOE y CCOO sobre la efectividad del acuerdo-marco interconfederal suscrito por las dos primeras organizaciones. A primeras horas de la madrugada de ayer, tras una larga jornada de negociaciones, UGT y AECOM (patronal de la construcción madrileña) llegaban a un acuerdo de principio para el convenio colectivo que, junto con CCOO, se estaba negociando desde noviembre. Este acuerdo, suscrito en base al acuerdo-marco, fue rechazado por CCOO, que manifestó su intención de no desconvocar la huelga prevista para la próxima semana.

La central socialista, que se manifestó satisfecha del acuerdo, desconvocó la huelga, que está prevista para los días 21, 22, 23 y 24 próximos, al tiempo que llamaba la atención sobre lo próximas que se encontraban las mejor . as conseguidas a la tabla inicial reivindicada por ambas centrales.Dentro del acuerdo-marco

En el pacto suscrito por AECOM y UGT ambas organizaciones asumen expresamente el contenido del acuerdo-marco interconfederal. Pormenorizado el acuerdo, según fuentes de UGT, éste consiste en aumentos salariales del 14%, con revisión semestral si el índice de precios al consumo (excluido el precio de la gasolina) supera el 6,75%, vigencia por dos años (excepto en el tema salarios), jornada efectiva de 42 horas y compromiso de negociación de 150 unidades de productividad, que entrarán en vigor a partir del 15 de abril.

CCOO, según las primeras reacciones manifestadas a EL PAÍS por uno de sus dirigentes, rechaza el acuerdo UGT-AECOM porque, a su entender, supone la pérdida de dos puntos sobre el incremento salarial reivindicado; la reducción de jornada, al hablarse de «tiempo efectivo», no es tal (incluye los tiempos para el bocadillo y para el pago), y la subida de las dietas es muy inferior a la reivindicada. Asimismo, CCOO se muestra contraría a los dos años de vigencia del convenio, y con respecto a las unidades de productividad fijadas estima que es prácticamente imposible negociarlas en el tiempo fijado. Por todo ello, rechaza el acuerdo, mantiene la convocatoria de huelga y, según agregó su portavoz, advierte, de la posible invalidez de un convenio suscrito exclusivamente por UGT y AECOM, ya que CCOO ostenta el 50% de la comisión negociadora de los trabajadores.

AECOM, satisfecha del acuerdo

Aguirre Belver, presidente de AECOM y uno de los hombres que en su día presentó reparos al acuerdo-marco en el seno de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), se mostraba anoche muy satisfecho, en declaraciones a EL PAÍS, sobre el acuerdo de principio que acaban de suscribir con UGT. «Sólo falta acabar de redactar definitivamente el texto. lo cual es complejo. porque contiene cosas del anterior, acuerdos de ahora y los referentes al acuerdo-marco. Pienso que es muy beneficioso, tanto para los trabajadores como para las empresas. »

El señor Aguirre, argumentando su falta de memoria para los números, no quiso confirmar ni desmentir el incremento salarial del 14%, pero añadió: «Todo es muy relativo. ¿A que no le han dicho a usted que se ha congelado la antigüedad? No sé; puede ser un 14%, pero todavía no lo hemos calculado; yo tengo aquí delante los diferentes salarios del anterior convenio y los ahora acordados. Lo que sí le puedo decir es que el peón va a cobrar 510.942 pesetas. »

A preguntas sobre la posl ble complementación de este acuerdo con un convenio-marco nacional sobre la construcción, admitió que podría suscribirse el mismo, pero que, en cualquier caso, sería un documento muy breve, «no se trata de sustituir la ordenanza laboral de trabajo».

Negó que la ausencia de CCOO invalidara el convenio, ya que se había empezado a negociar con anterioridad a la vigencia del futuro Estatuto de los Trabajadores. «Es tan válido como el que el año anterior firmamos exclusivamente con CCOO. Lo que puede que sí sea ilegal», añadió, «es la huelga, ya que había sido convocada por toda la comisión negociadora, que se convertía en comité de huelga. Ahora, al desconvocar UGT, sólo la mitad del comité convoca,- lo cual supone un cambio en la situación legal. »

Unas difíciles negociaciones

Las deliberaciones se iniciaron para este convenio a primeros de noviembre. Las tablas reivindicativas de CCOO y UGT, aunque diferenciadas, estaban llenas de coincidencias, y en la comisión negociadora se actuó incluso con un solo portavoz para las dos cen trales. Frente a ellas, AECOM, que se encontraba reacia al acuerdo-marco, en base a la. si tuación del sector y a un recien te decreto (29-12- 1979) sobre rentas, que modifica el índice de revisión de precios de obra, ofertó un 10% de incremento salarial frente a la reivindicación del 16% de ambos sindicatos. La negociación del acuerdo marco y los debates del Estatuto de los Trabajadores influyeron también en que las negociaciones permanecieran prácticamente sin avance alguno. Las segurida des ofrecidas por el vicepresiden te Abril Martorell a los directivos de la patronal de la construcción, la pasada semana, en torno a la revisión de precios de obras públicas, modificó la actitud de AECOM hacia el convenici y propició el acuerdo con UGT en la madrugada de ayer.

Pese a la oposicióri de CCOO, AECOM tiene previsto una reunión con esta central, y no descarta que al final se surnea la firma del convenio.

Este convenio, que el año pasado supuso otro enfrentamiento entre CCOO y UGT (al final esta segunda central no lo firmó), afecta a unos 100.000 trabajadores.

Cuatro días de huelga

El nivel de seguimiento que alcance la huelga, si no se arbitra alguna solución que permita adherirse al acuerdo a CCOO y salvar la cara, puede repercutir de forma muy importante en el resto de la negociación colectiva del sector e incluso en la de otros sectores tipo, como el metal de Madrid. En principio, la implantación de CCOO en la construcción madrileña es muy superior a la. de UGT, como lo demuestra el buen funcionamiento del convenio anterior (no suscrito por la central socialista) en cuanto a la falta de conflictividad durante su vigencia. La capacidad de información y el grado de convicción en sus argumentos que logre desarrollar UGT ante los trabajadores constituirán el contrapeso en este duelo, con el acuerdo-marco como telón de fondo.

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