La onza de oro se acerca a los ochocientos dólares

La cotización del oro en los mercados internacionales rebasó ayer ampliamente los setecientos dólares -el fixing de Londres quedó a 760 dólares,aproximándose vertíginosamente a los ochocientos dólares, según las estimaciones de los expertos en los distintos mercados. Esta brusca alza del precio del oro, que pasó de la sesión del martes a la del miércoles desde 682 a 760 dólares la onza, era interpretado con dificultad por los analistas, quienes aseguraban no haber detectado ningún signo nuevo en los mercados que justificara tal elevación.Durante la sesión de ayer, la onza de oro llegó a cotizarse a 775 dólares en el mercado de Londres, aunque las operaciones posteriores fueron remitiendo en presión, hasta quedar fijado el índice de cierre en el valor indicado.

En el mercado madrileño del oro, las cotizaciones facilitadas ayer por ICC eran de 2.298 pesetas el gramo, lo que supone un alza para el kilo de oro de más de 337.000 pesetas en las últimas veinticuatro horas.

La situación en los mercados internacionales del oro es definida como caótica por todos los analístas. A los factores de incertidumbre e inestabilidad internacionales (crisis de Afganistán, Irán y otras), presentes desde hace varios días, se han unido otros que los expertos dudan en calificar.

Ayer las autoridades norteamericanas desmintieron ciertos rumores respecto a una posible acción de venta masiva de oro por parte del Tesoro de Estados Unidos. Estos rumores habían surgido con el ánimo de calmar de algún modo las ansias especulativas y templar los ánimos del mercado.

Otro factor que distors . ona notablemente el análisis practicado por los expertos es la estabilidad paralela del dólar, que en los últimos días está incluso recuperando posiciones perdidas en semanas precedentes. Este dato resulta de difícil interpretación por cuanto las subidas del oro han ido habitualmente acompañadas de bruscos descensos en las cotizaciones y paridades de la divisa norteamericana.

Pero el oro no está solo en su vertiginosa ascensión. Los restantes metales preciosos y semipreciosos (platino, plata y paladio) están viendo subir sus cotizaciones de forma notable, aunque con menor velocidad que los de utilización industrial.