Los estudiantes de teología de Lovaina lamentan la condena

Los estudiantes de teología de la Universidad de Lovaina, el centro universitario católico más importante de Bélgica y uno de los más importantes del mundo hasta el extremo que los belgas llaman al Concilio Vaticano II el Concilio de Lovaina, celebraron ayer una asamblea general para tratar el caso Küng. Los estudiantes emitieron un comunicado en el que se declaran «indignados» por la decisión vaticana de suprimir la cátedra del teólogo suizo.

Los estudiantes no entran a valorar el fondo teológico de las teorías de Küng y arremeten contra «la facilidad con que algunos condenan los atentados contra la libertad de expresión en casas ajenas, sin aceptar que en la suya propia se produzca un debate, indispensable por otra parte, a toda investigación teológica, filosófica o científica seria».

La protesta estudiantil es asumida indirectamente por los profesores de Teología que han organizado, por su parte, en colaboración con la facultad de Teología de Nimega (Holanda), en la que enseña el teólogo dominico Edward Schillebeeckx, un coloquio que tendrá lugar la próxima semana, en el que se plantearán las relaciones entre los teólogos y el poder de la Iglesia romana. El tema no puede ser más molesto para el papa Juan Pablo II y para la curia romana, especialmente sensibles ante cualquier movimiento dentro de la Iglesia que ponga, aunque sea mínimamente, en entredicho la disciplina jerárquica. El coloquio será moderado por el periodista Win Wylen y participarán en él los profesores Piet Franssen y Herman Mertens, de Lovaina.