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Italia estrena la reforma sanitaria mas avanzada de Europa

Juan Arias

En Italia acaba de entrar en vigor la nueva reforma sanitaria. Es la más avanzada de Europa. Se puede decir abiertamente que se trata de una ley de sanidad prácticamente socialista. En efecto, desde ayer, según. la nueva reforma, en Italia enfermar ya no es un lujo. La asistencia sanitaria es gratis e idéntica para todos. No existen ya, teóricamente, seguros sociales diversos. Todo ha pasado a manos del Estado. Tanto el ciudadano que trabaja como el que no trabaja tendrán los mismos derechos cuando estén enfermos.Es verdad que ha quedado en pie la libertad para los médicos de escoger entre el hospital y la clínica privada y que un ciudadano, si lo desea, puede siempre recurrir ,-pagándoselo de su bolsillo- a estos médicos y centros privados.

La reforma, como ha afirmado Giovanni Berlinguer, hermano del secretario del Partido Comunista y responsable de la sección de sanidad de su partido, es estupenda, casi socialista, pero ya apenas nacida está encontrando retrasos y sabotajes en su aplicación. Su explicación es que es muy difícil, si no imposible, aplicar una reforma socialista en un país netamente capitalista. Dos hechos clamorosos de este sabotaje son los siguientes: en los mismos carteles que anunciaban oficialmente la reforma por las calles y en la televisión se mandaba ya un mensaje a favor de las clínicas privadas. Mientras el enfermo en el hospital estaba dibujado como un pobre encogido, el de la clínica privada aparecía sonriente, casi sano, viendo la televisión y con un jarrón de flores sobre la mesilla de noche. Al mismo tiempo, estos días se ha permitido el lanzamiento de una gran campaña publicitaria de una famosa compañía de seguros de enfermedad «estatal». Como ha declarado Berlinguer, es como si el mismo Estado dijera a los ciudadanos: «Os he dado una ley que no funcionará. Por eso, mejor que paguéis las pólizas de seguros, como siempre. »

Los ciudadanos tienen que buscarse un «médico de confianza» entre las listas presentadas en cada barrio o en cada pueblo. Este médico es quien puede visitar, incluso a domicilio, siempre gratis, y recetar medicinas, visitas a especialistas o Ingreso en el hospital sin gastarse un real. Los sábados y domingos estos médicos no están obligados a visitar, y los ciudadanos tendrán que llamar a una «residencia sanitaria» que deberá funcionar en cada barrio. Pero también aquí ha empezado el boicot de muchos médicos, que se niegan a aceptar a algunos enfermos, que descuelgan el teléfono o que desaparecen. Mientras, es prácticamente Imposible poder comunicar por teléfono con el centro sanitario sábados y domingos.

En realidad, la reforma ha nacido sin que existan todavía las estructuras necesarias para aplicarla. Y menos aún por lo que se refiere a la «prevención», que es el corazón mismo de esta importante reforma. En el mismo «libro rojo» que será entregado a cada ciudadano, de la prevención ni se habla.

Lo que no cabe duda, afirman los observadores, es que ahora se podrá ver, concretamente, cuál es el empeño de las diversas regiones en la realización de la reforma, ya que, en definitiva, depende de cada región que esta reforma acabe imponiéndose sobre la medicina privada.

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