Indira Gandhi puede retomar el poder en las elecciones que comienzan hoy en la India

Todos los analistas políticos sitúan al partido de la señora Gandhi en cabeza de las elecciones generales que desde hoy hasta el próximo día 6 de enero se celebrarán en la India. Sin embargo, pese a estos pronósticos, se considera que muy difícil mente obtenga los 529 escaños necesarios para conseguir la mayoría absoluta en el Parlamento hindú.

El censo es de 350 millones de electores, y a las elecciones concurren 7.312 candidatos, casi el doble de los que se presentaron a la anterior prueba electoral. Los principales partidos, el Partido del Congreso, fracción I, de Indhira Gandhi, el Partido Janata, de Jangjivan Ram, y el Partido del Pueblo, «Lok Dal», del actual primer ministro Charang Singh, han desarrollado maratónicas campañas electorales a lo largo de todo el país, con una fuerte carga de agresividad entre los contendientes.Según cálculos de comentaristas políticos de la prensa hindú, la señora Gandhi, que se ha mantenido alejada del poder desde 1977, podría alcanzar entre 180 y 240 escaños de la nueva legislatura. Al Partido Janata se le calcula un número de escaños comprendido entre 150 y 200, y al partido del actual jefe del Gobierno, Charang Singh, entre el centenar y los 150.

De los líderes políticos, el más perjudicado ante el electorado parece ser el propio primer ministro, que accedió al poder en julio del pasado año, tras la muerte del primer ministro Morarji Desai. Charang Singh, líder del partido «Lok Dal», era entonces, junto a Jangjivan Ram, vice primer ministro, si bien su gestión se ha presentado deteriorada por la política pro hindú, que ha perjudicado a las poderosas comunidades musulmanas establecidas en amplias zonas y estados de la India. Durante su mandato, Singh se inclinó hacia el Partido Janata, que ahora accede a las elecciones coaligado con la fracción U, minoritaria, del Partido del Congreso, dirigida por Devirai Urs, en algunas importantes circunscripciones del norte del país.

El primer ministro puede perder su escaño en su distrito, donde el partido de Ram y el de Urs se enfrentan a él abiertamente.

En cuanto a Indhira Gandhi, durante las últimas etapas de su trayectoria política ha visto muy mermado su gran carisma ante el electorado hindú, que desde hace treinta años viene votando al Partido del Congreso. Además, su defensa cerrada y su protección política a su hijo Sanjay, le han dañado notablemente. Sanjay adquirió una enorme impopularidad en distintos estados hindúes en 1976, cuando se convirtió en el principal mentor de la campaña de esterilización forzosa emprendida por el Gobierno de la señora Gandhi para paliar los enormes problemas que atraviesa el país, dado su gigantesco crecimiento demográfico.

En la actual situación, una de las principales claves reside en el éxito que los candidatos consigan entre las distintas castas y, fundamentalmente, entre los musulmanes. Según los primeros indicios, la poderosa comunidad musulmana de la India ha sido el principal blanco electoral de la señora Gandhi, que ha prometido comprensión y eficacia para resolver sus problemas si las elecciones la sitúan de nuevo al frente del ejecutivo de la India. Asimismo, grandes sectores de la casta de los intocables han expresado su apoyo a la hija de Jawarlal Nehru.

Durante las últimas jornadas de su campaña electoral, la señora Gandhi mostró su preocupación por la situación en Afganistán -país próximo a la India-, si bien no mencionó en ningún momento a la Unión Soviética. También expresó su inquietud por el eventual levantamiento del embargo de la venta de armas norteamericanas a Pakistán, país al que calificó, políticamente, de inestable.

Los resultados de las elecciones en la India trascienden de su ámbito y constituyen una de las principales incógnitas a la hora de prever el curso de los acontecimientos en el Asia musulmana, por sus fronteras con Pakistán, su proximidad a Afganistán y sus contenciosos seculares con China, así como por sus nexos, pocas veces interrumpidos, con la URSS.