Un día de bromas "inocentes"

La jornada de bromas inocentes que padeció ayer España queda resumida en esta frase del alcalde de Sevilla, Luis Uruñuela, del Partido Socialista de Andalucía: «Poner algo de humor, tal como están las cosas, es altamente positivo.»El señor Uruñuela aceptaba así una moción del socialista Miguel Angel del Pino, en nombre de su grupo, el PSOE andaluz, y del PSA y el PCA (Partido Comunista de Andalucía), en la que se pedía que la Corporación hispalense felicitara al ministro de Transportes y Comunicaciones, Salvador Sánchez Terán, por la rapidez con que se habían concluido las obras de la primera fase del Metro de Sevilla. La inocentada había comenzado en la prensa, al publicar El Correo de Andalucía el anuncio de que al mediodía de ayer iba a efectuarse la inauguración oficial del mencionado medio de comunicación.

El alcalde, que tan buena disposición mostró ante la broma de la que fue víctima el señor Sánchez Terán, salió luego trasquilado, cuando otro concejal, Eugenio Ales, de Unión de Centro Democrático, calificó de inocentada auténtica el discurso de fin de año, que el señor Uruñuela había dirigido a los concejales con la más estricta seriedad. Fue un pleno inocente, en verdad.

En otros lugares de España las bromas tuvieron la misma base municipal. El diario El Imparcial, de Madrid, aseguró, en primera página, que La Cibeles dejaba libre su sitio y se iba a México. El diario Sur/0este, de Sevilla, mostraba el alarmante estado en que se hallaba la Giralda. El Abc de Madrid daba una nota de esperanza y aseguraba que el petróleo iba a ser más barato. Diario 16 pretendió llevar el jolgorio a los automovilistas madrileños, asegurándoles que el Ayuntamiento iba a devolver el dinero de las multas. Y, claro, no podía faltar el ayatollah Jomeini, que enviaba, a través del Abc de Sevilla, un telegrama apócrifo, «en excepcional exclusiva», al líder andalucista Alejandro Rojas Marcos, a quien ratificaba la promesa de ayuda en petrodólares.

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