Desde hoy no se puede aparcar en el centro de Madrid

Empieza hoy en Madrid lo que se ha dado en llamar «operación Navidad». Quiere esto decir que a partir de las nueve de la mañana, y hasta las ocho de la noche, queda vedada al aparcamiento de superficie la zona centro -el mapa señala los límites-, excepto para aquellos que demuestren su residencia dentro de ese perímetro, mediante el correspondiente permiso de circulación del coche. Esta nornativa estará vigente hasta el 5 de enero, inclusive.

También los residentes están sometidos al régimen común, si dejan su vehículo a más de trescientos metros de distancia de su domicilio. Y, en cualquier caso, si aparcan en zona habitualmente prohibida. Para acreditar la condición de residente será necesario colocar en la parte superior derecha del parabrisas el permiso de circulación del mismo, o una fotocopia. Por razones de seguridad, podrá tacharse el nombre, pero deberá figurar bien visible el dato de la matrícula y el domicilio del propietario.En el caso de aquellas personas que hayan cambiado de domicilio en fecha reciente y todavía no hayan tenido tiempo de modificar la dirección del permiso de circulación, los responsables municipales informan que, si son multados, tendrán oportunidad de poder demostrar esta circunstancia, en cuyo caso les será retirada la sanción. Esto podría no ser aplicable a quienes no hicieron en su día este cambio de documentación, ya que el códígo obliga a que cualquier cambio de domicilio se haga constar de inmediato en la cédula y en el carné de conducir.

Con estas normas, el Ayuntamiento de Madrid pretende básicamente evitar los enormes atascos que en años anteriores se producían en el centro, debido al tráfico extraordinario motivado por el comercio. Es por esto que la prohibición de aparcar se aplica tan sólo durante el horario comercial: de nueve de la mañana a ocho de la tarde. Los días de fiesta no .regirán estas medidas, y el día de Nochebuena serán de aplicación, tan sólo, hasta las dos de la tarde.

Pero el propósito del Ayuntamiento no se limita con este plan a reducir los enormes atascos que el centro de Madrid conocía en años anteriores por estas mismas fechas. A nadie se le oculta que esto puede ser un «ensayo general con todo», para estudiar posibles restricciones permanentes del trárico privado en el núcleo más conflictivo de la capital.

Durante estos diecinueve días ,habrá ocasión de comprobar cómo actúa sobre el tráfico la prohibición de aparcar. Y, al niismo tiempo, será la mejor oportunidad para experimentar con los transportes públicos. Porque una limitación de aparcamiento de esta naturaleza puede generar una demanda de transportes públicos que ni siquiera el Ayuntamiento puede cuantificar ahora mismo.

Si la EMT y el Metro son capaces de responder racionalmente a esa demanda, y los madrileños aceptan la servidumbre de dej ar sus coches fuera del perímetro de veda, tal vez el Ayuntamiento esté en la línea de poder estudiar más despacio medidas permanentes.