Suspendido el trámite para la exhibición de la película "El crimen de Cuenca"
La suspensión en el trámite de la referida licencia se basa en el artículo quinto del decreto del Ministerio de Cultura 3.071, de 11 de noviembre de 1977, que regula determinadas actividades cinematográficas. El texto de este artículo señala que «si con ocasión de la expedición de una licencia, la Administración advirtiera que la exhibición de una película pudiera ser constitutiva de delito, lo pondrá en conocimiento del ministerio fiscal, a los efectos procedentes, lo que comunicará previamente al solicitante, suspendiendo, entre tanto, la tramitación de la licencia. Si transcurriesen dos meses desde la comunicación al ministerio fiscal sin que éste hubiese ejercitado la acción pertinente, podrá la Administración otorgar la licencia, notificándolo al ministerio fiscal, y sin perjuicio de lo establecido en el artículo 10 de este real decreto».Alfredo Matas, productor de la película, declaró a EL PAIS que, efectivamente, a las once de la mañana de ayer le llamó el director general de Cinematografía para comunicarle la decisión administrativa. «Teníamos previsto el estreno en dieciséis ciudades, habíamos hecho una amplia campaña de publicidad en la prensa y estaba prevista otra en TVE por valor de cuatro millones de pesetas, que se iniciaría el martes. Ahora, el fiscal tiene dos meses para decidir, pero eso supone que la película no se estrenará de cara a las navidades. Si después de todo se prohíbe, se perderán cuarenta millones de pesetas. Creo,que tengo el honor de haber sido el primero en sufrir la censura en esta etapa de la democracia.»
Pilar Miró, realizadora de la película, declaró, ante la posibilidad de que el tema conflictivo fuese el de la tortura: «Yo le llamo interrogatorio, efectuado con los procedimientos que ellos conocen. Hay testigos, porque viven los hijos de los inculpados. Creo que la película es bastante menos dura que la realidad. Hay unas escenas de unos interrogatorios duros que he reconstruido como me los han contado y estoy segura de que no habrá nadie que no se los crea. Lo que me parece duro es que ocurra el caso Grimaldos, que comenzó en 19 10, y que ahora, en 1979, no se pueda contar lo que pasó.»
El crimen de Cuenca es el segundo largomentraje de Pilar Miró. «Después de lo bien que funcionó La petición (1976), mi primera pielícula, parecía que lo lógico hubiese sido hacer otra en seguida, declaró Pilar Miró a Augusto Martínez Torres. «En enero de 1979, Alfredo Matas me ofreció El crimen de Cuenca, en la que estaban trabajando Juan Antonio Porto y Lola Salvador Maldonado. Aunque no era lo que yo pensaba hacer, me interesó lo suficiente como para integrarme en el proyecto y empezar a colaborar en el guión.»
«Partimos del sumario del caso y de los testimonios de los familiares de los dos condenados y del muerto, y de muchos que vivieron la historia y que siguen viviendo en Osa de la Vega, Tres Juncos y Belmonte. Entablar conversación con la familia o con alguien que haya vivido la historia es apasionante», declara Pilar Miró.
Todo está suavizado
Según la directora del filme, «de quien teníamos menos documentación era del cacique de la comarca. No hemos encontrado a ningún familiar suyo, ni pruebas directas, y por eso es el personaje menos utilizado. Tampoco hemos podido comprobar que, como se cuenta, el juez, el cura y él guardia civil, directamente implicados en el caso, se suicidaran antes del juicio de revisión. Al parecer, el juez y el guardia civil se pegaron un tiro y el cura se tiró a una tinaja de vino. Dado el carácter de reconstrucción histórica que tiene la película sólo hemos podido poner el cartel final diciendo que se cree que se suicidaron. De todo lo que aparece en la película tenemos pruebas».Sobre la recepción que la idea de la película ha encontrado en Cuenca, Pilar Miró señala: «En Cuenca les indigna el título. Creen que la película se basa en las coplas de Esteso, un cómico muy famoso en los años veinte que iba por los pueblos cantando coplas que les indignan.»
«Todo esto ocurre», añadió Pilar Miró, «porque en este país no estamos acostumbrados a hablar de cosas desagradables. Antes de la muerte del general Franco era imposible tratar estos temas, pero después tampoco se ha hablado nada de ellos. Creo que esta es la primera película donde se va a ver si esta situación ha cambiado o no.»
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