Persiste el ambiente de tensión en Córdoba después de los sucesos del domingo

Los concejales del PCE, PSOE y PSA del Ayuntamiento de Córdoba, en el transcurso de un pleno ordinario celebrado anoche, aprobaron una moción en la que expresan su solidaridad con el alcalde, Julio Anguita (PCE), contra el que Fuerza Nueva pretende presentar una querella por supuestas injurias. A raíz de los incidentes del pasado domingo en Córdoba, durante la celebración del Día de Andalucía, el señor Anguita hizo unas declaraciones en las que calificaba de terroristas, vándalos y provocadores a los militantes de Fuerza Nueva. Los concejales de los tres grupos antes mencionados se solidarizan con tales afirmaciones del alcalde.

La moción, que fue presentada por el grupo comunista, fue objeto de una negociación previa a fin de lograr el respaldo de todos los concejales; sin embargo, UCD, finalmente, optó por abstenerse en la votación y explicó su voto indicando que era competencia de los tribunales de justicia la definición de los hechos, aun cuando, dijo su portavoz, «compartimos la condena de la violencia y la provocación».El PSA pidió a la Corporación que iniciara una investigación sobre la actuación de la Policía Municipal, que, según el portavoz, no impidió que se sustrajeran doscientas banderas andaluzas, que solicitara la dimisión del gobernador civil, en su defecto, que se pidiera al ministro del Interior su destitución. Los demás grupos no suscribieron la propuesta.

En la lectura de la correspondencia recibida figuraban numerosos telegramas y escritos de solidaridad de asociaciones culturales y ayuntamientos de toda España, así como el rector de la universidad cordobesa.

Por otra parte, continúa en Córdoba un clima de tensión desde los sangrientos incidentes del domingo. A las seis de la tarde, Fuerza Nueva había anunciado una manifestación que, sin embargo, no llegó a celebrarse. Rumores no confirmados que circulan en los medios políticos indican que podrían encontrarse en esta ciudad grupos de elementos ultraderechistas procedentes de Madrid y Sevilla. Los partidos políticos de izquierda y las centrales sindicales han solicitado y obtenido de la autoridad gubernativa protección para sus sedes. Algunos periodistas cordobeses, entre ellos el corresponsal de EL PAIS, han recibido amenazas.

Tampoco pudo celebrarse la manifestación convocada para la noche de ayer en la plaza de Las Vistillas por estudiantes, asociaciones de vecinos, amas de casa y otras organizaciones ante el despliegue policial que impedía toda concentración. El secretario de la Federación de Asociaciones de Vecinos, señor Rodríguez de la Pascua, fue detenido precisamente por negarse a circular invocando el derecho de manifestación.

Por otra parte, fueron puestos ayer en libertad, por el juez que instruye el sumario por los incidentes del domingo, los militantes del PCE José Grande, Manuel Sáez y Manuel Rueda, que, al parecer, formaban parte del servicio de orden de la manifestación. Rafael Carmona, también miembro del PCE y responsable del orden en dicha manifestación, había sido puesto en libertad.

Anoche se afirmaba en medios jurídicos que hoy podían ser puestos en libertad bajo fianza varios de los detenidos miembros de Fuerza Nueva. Entre ellos no es previsible que figueren ni el presunto autor material de los disparos sobre la multitud ni el jefe provincial de Fuerza Nueva, Juan Meléndez Valdés, sobre el que pesa una sentencia firme del Supremo que le condena por tenencia ¡lícita de armas.

Fuerza Nueva, por su parte, difundió ayer un nuevo comunicado en el que insiste que sus militantes fueron objeto de provocaciones y agresiones.