Ingmar Berginann
ha gana do su vieja disputa con el Estado sueco y no tendrá que pagar sino un 7% de lo que le pedían las autoridades por impago de sus impuestos. Este conflicto había provocado el exilio del famoso director de cine, que se negaba a abonar lo que se le demandaba. El director de El rostro pagará algo más de un millón de pesetas y podrá vivir tranquilo en su país y regresar de Munich, en la República Federal de Alemania, donde tenía fijada su residencia. La presión fiscal sueca, que grava en casi un 50% los ingresos de un ciudadano medio, a cambio de proporcionarle unos excelentes servicios sociales, está siendo contestada en los últimos tiempos por un número cada vez mayor de contribuyentes.
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