"Suárez, lo mismo puede presidir el Gobierno que regentar una güisquería", dice Guerra
El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, pronunció ayer, en Oviedo, otra de sus frases favoritas: «Adolfo Suárez», dijo, «lo mismo puede ser presidente del Gobierno que regentar una güisquería. Lo suyo es desarrollar el arte de prestidigitador, para sacar cada día un conejo del sombrero, al servicio de su mantenimiento en el Poder.»
Guerra pronosticó una próxima crisis ministerial. «El Gobierno se encuentra tan deteriorado que Suárez no tendrá más remedio que acudir a una próxima remodelación, porque hasta sus compañeros de Gabinete están sorprendidos de que José Manuel Otero pueda ser ministro de Educación o que Antonio Fontán esté al frente de la Administración territorial. »«La Administración está paralizada», continuó Guerra, «y en el caso de Educación, la cosa es tremenda. Este Ministerio funciona mucho menos que con Martínez Esteruelas.» Para el dirigente socialista, Ibáñez Freire está haciendo bueno, increíblemente, a Martín Villa. «Denuncian supuestas torturas en Herrera de la Mancha, y este señor no dice nada. Nos asegura que desarticularon a los GRAPO , y el grupo terrorista reaparece a los quince días. Nadie aclaró aún qué sucedió realmente en el extraño secuestro de los señores Villaescusa y Oriol. Si es verdad que aún hay torturadores en las cárceles españolas, es intolerable. No quiero que digan que ya estoy invocando la necesidad de las depuraciones, pero es que al frente de la policía se encuentran los mismos que cuando se torturaba en las cárceles españolas. Lo que sí hace falta es apartar a quienes están contra la democracia. »
Alfonso Guerra afirmó también que el PSOE se ha acercado más al Ejército en el último año que en todo el siglo de su existencia como partido. « Por lo menos», agregó, «hemos llegado al acuerdo de que podemos hablar. » Explicó que el antimilitarismo socialista disminuye porque el Ejército, por omisión, ha contribuido a permitir la llegada de la democracia. «Hay que decir también que fue demasiado utilizado por Suárez para frenar el proceso democrático. Ha sido una buena excusa para el presidente del Gobierno, que, en muchos casos, no se corresponde con la realidad. El Ejército no sólo son los generales, que, eso sí, en España son muchos, porque increíblemente hay un millar. Hay también oficiales y suboficiales dispuestos a favorecer la democratización del país desde posiciones apartidarias.»
