NI UN SOLO DOS
Pobre en variantes, a mi entender, puede resultar la decimocuarta jornada de quinielas del próximo 2 de diciembre. Y además de parca en negativos, casi nula en doses. Observen ustedes partido por partido y a ver si vislumbran posibilidades de victorias visitantes.La grandeza de las quinielas, empero, está en que pocas veces se cumple el vaticinio y cuando menos se prevén comienzan a salir los petardos. De eso sabemos mucho quienes semana tras semana estamos al acecho de las sorpresas. Lo malo es que cuando salen, y las tenemos pilladas, el catorce se nos va por otras rendijas, que quedaron abiertas al intentar atrapar el gazapo. Hace pocas semanas un servidor cazó el "dos" del Gijón-Zaragoza y, pese al acierto que ello supuso, fue la jornada en la que menos resultados he tenido en los últimos veinte años.