El Parlamento británico tendrá que debatir el caso del "espía de la reina"

La Cámara de los Comunes está estudiando la posibilidad de celebrar un debate de emergencia para discutir el caso del asesor artístico de la reina, Anthony Blunt, eminente historiador y prototipo del caballero británico, que ha sido descubierto como espía soviético y como el «cuarto hombre» en el escándalo de espionaje más sonado de la historia británica.Blunt, a quien el jueves se despojó de su título de sir, recibido en 1959 «por los servicios prestados a la Corona», nunca ocultó su homosexualidad y sus ideas marxistas. Ambas cosas las utilizó en los años treinta para reclutar para los soviéticos, en la Universidad de Cambridge, a Guy Burgess, homosexual notorio; Donald Mac Lean, adicto a la bebida e hijo de un ex ministro de Educación, y Philby, que sentía un profundo odio por el nazismo.

Los cuatro hicieron de «topos», y cuando los tres últimos estaban a punto de ser detenidos, Blunt consiguió pasarlos a la URSS al comienzo de los años cincuenta. Después, Blunt confesó todo.

Ahora, la opinión pública comienza a hacerse las siguientes preguntas: ¿Por qué el servicio de espionaje británico (M-15) contrató en 1939 a una persona como Blunt, cuya conocida homosexualidad y sus ideas marxistas le convertían en un riesgo de seguridad? ¿Por qué un funcionario gubernamental alertó el miércoles a Blunt de que la primera ministra iba a revelarlo todo en el Parlamento, dándole la oportunidad de marchar al extranjero? ¿Cómo es posible que, desde 1964, los sucesivos Gobiernos británicos hayan hurtado estos hechos a la opinión?

Y, por último, la más enojosa de las cuestiones, planteada ayer por un diputado laborista: ¿Fue informada la reina, en su día, de la confesión de su asesor artístico?

Página 3