Jomeini, amenaza con tomar "otras medidas"

La posible vuelta del sha a México -rumoreada insistentemente en EEUU- obligaría a los «estudiantes islámicos», que tienen secuestradas en la embajada norteamericana en Teherán a cerca de un centenar de personas, a tomar medidas más duras contra sus rehenes, según declaró ayer uno de sus portavoces. Por su parte, el máximo líder religioso iraní, el ayatollah Jomeini, anunció, en unas declaraciones efectuadas a la televisión francesa poco antes de retirarse a la ciudad santa de Qom, que si EEUU persiste en su postura tendría que adoptar «otras medidas».La unanimidad del pueblo iraní en torno a la ocupación de la sede diplomática estadounidense quedó ayer, una vez más, confirmada en las manifestaciones multitudinarias, con una participación de 300.000 personas, que se desarrollaron en Teherán en apoyo de los «estudiantes islámicos», que ocupan la embajada. Los fedayin-jalaz (grupo izquierdista), que habían permanecido silenciosos hasta el momento, se unieron a los militantes musulmanes.

Las concentraciones masivas que tuvieron lugar ayer en todo el país se acompañan de insistentes presiones diplomáticas para obtener la extradición del sha. Ayer las autoridades iraníes pidieron la intervención de Finlandia y Suecia para conseguir la devolución del derrocado monarca.

El Consejo de la Revolución iraní anunció ayer la formación de un nuevo Gabinete ministerial que sustituye al dimisionario de Mehdi Bazargan. Cabe resaltar que el cargo de primer ministro no figura en el nuevo Gobierno, en lo que se interpreta como una indicación de la supervisión directa que ejercerá el Consejo

En Túnez, en la conferencia de ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Arabe, dos países, Siria y Libia, consideraron ayer que el bloqueo de los capitales iraníes constituye «un peligro para las relaciones internacionales». La actitud libia en la cumbre de Túnez fue favorablemente acogida en Teherán.

Sin embargo, la actitud adoptada en Túnez de cara a Irán fue duramente criticada por el jefe de la jerarquía religiosa de Teherán, el ayatollah Hossein Ali Montazeri, quien acusó a los árabes de «no querer darse cuenta de la potencia que suponen sus exportaciones petrolíferas».