Delincuencia juvenil
Es curioso oír cómo los miembros del Gobierno, al referirse en distintas ocasiones al problema de la delincuencia juvenil, citan como una de las causas fundamentales el aumento del paro. Es fácil comprobar que, si cada aflo el paro aumenta y, por otra parte, cada aflo son doscientos y pico mil los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo, sólo una mínima parte de ellos consiguen un trabajo.Pero para nuestro Gobierno, al parecer, una cosa son las palabras y otra muy distinta los hechos. Veamos. Causa del problema: el paro. Solución de nuestros gobernantes: la cárcel.
Porque no significa otra cosa que la cárcel, para los muchachos y muchachas de quince años, el rebajar la edad penal a esos aflos.
En vez de rehabilitar al delincuente juvenil en escuelas especiales u otro sistema que no lo margine del resto de la sociedad, se le aisla.
Mientras tanto, y para que no baje la clientela de las cárceles, no se crean puestos de trabajo; las condiciones de vida son cada vez peores para la mayoría de la sociedad, que no para esa minoría de explotadores que sustentan la CEOE y la UCD; la incitación al consumo es un bombardeo constante -aunque luego no se tenga dinero para consumir y haya que robarlo-, con la consiguiente justificación para potenciar el sistema policiaco y restringir más y más los derechos democráticos.
Pero, eso si, el Gobierno no va a encarcelar a los banqueros que guardan los miles de millones de beneficios y no invierten. Ni tan siquiera va a dar el seguro de desempleo a todos aquellos que han perdido su trabajo y a los que no lo han encontrado por primera vez. Muy al contrario, reduce el tiempo de prestación de seguro de paro.
