Dimisiones en la ejecutiva de Juventudes Socialistas
Cinco miembros de la comisión ejecutiva de las Juventudes Socialistas del PSOE (JJSS) presentaron su dimisión en la última reunión del Comité Federal celebrada por dicha organización.Los dimitidos manifestaron a EL PAIS que tal decisión se basa en «diferencias políticas con la actual dirección de Juventudes».
Las discrepancias parecen tener su origen en el Congreso Extraordinario que celebró el PSOE el pasado mes de septiembre, donde resultó elegido secretario para las relaciones con las Juventudes en la ejecutiva socialista Juan Antonio Barragán, secretario general de las JJSS y diputado por Santander. Al parecer, un sector de la dirección de las Juventudes no consideraba conveniente la elección de Barragán para el cargo.
En la actual ejecutiva continúan tan sólo diez personas de los diecinueve que marcan los estatutos, y solamente seis de los actuales componentes proceden de la dirección electa en el último congreso.
En círculos próximos a las Juventudes Socialistas se especula con la posibilidad de dos candidatos a la secretaría general: Modesto Nolla, componente de la candidatura que Luis Gómez Llorente presentó en el Congreso Extraordinario del PSOE, y Javier González, al parecer, más próximo a la línea oficial.
La actual situación de las Juventudes Socialistas tiene su origen en la división que se produjo en el último congreso, celebrado en septiembre de 1977. Los cerca de quinientos delegados, representantes de los 9.500 afiliados con que contaba entonces la organización -hoy se calcula. que sólo quedan 5.000-, protagonizaron un duro enfrentamiento entre los defensores de la tendencia oficial, las federaciones de Asturias, País Vasco y Cataluña, principalmente; y los partidarios de una mayor autonomía de las Juventudes respecto del partido, capitaneados por las federaciones de Madrid, Galicia y parte de Andalucía.
Desde este momento, toda la lucha y posterior división de los congresistas trajo consigo la intervención de miembros de la dirección del PSOE, entre ellos el entonces secretario para las relaciones con las Juventudes, Txiki Benegas, quien trató, sin resultado, de calmar los ánimos y potenciar una nueva dirección de síntesis, con la presencia de los dos bloques.
La segunda situación crítica en la vida de las Juventudes Socialistas se produjo como consecuencia de la elección del vicepresidente de la Internacional Juvenil Socialista (IUSY). Por parte española eran dos los candidatos que aspiraban al cargo. De una parte, Juan Antonio Barragán, secretario general, y de otra, Alberto Landáburu, secretario de relaciones públicas. El apoyo mayoritario de la ejecutiva a Alberto Landáburu supuso la primera división importante en el seno de la dirección.
Como consecuencia de la disolución de la federación malagueña, se produce, en el verano de 1978, la tercera crisis de entidad en las JJSS. El enfrentamiento entre las Juventudes malagueñas, que siempre manifestaron una especial oposición a la ejecutiva federal, y la federación socialista de Málaga (FSM-PSOE) posibilitó la ruptura definitiva entre los dos sectores decantados en el 13.º Congreso.
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