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Margaret Thatcher anuncia "sangre, sudor y lágrimas" para superar la crisis

A pesar de las amenazas sindicales, de las críticas laboristas y del escepticismo de algunos sectores empresariales, el Gobierno británico no piensa apartarse ni un ápice de su actual política económica y «está dispuesto a adoptar cualquier medida, por dura que sea, para contener el crecimiento de la masa monetaria» con el fin de reducir la inflación.La advertencia procede de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, y forma parte de un importante discurso pronunciado ante la plana mayor del stablishment en la tradicional cena de gala anual ofrecida por el lord mayor (alcalde) de la City de Londres.

El discurso, considerado por los observadores como el más sombrío panorama de la situación económica presentado por la señora Thatcher, desde su elección el pasado mayo, constituye una prueba de la determinación del Gobierno a proseguir sus objetivos de sanear la economía británica a medio y largo plazo, aunque el resultado inmediato sea un empeoramiento a corto plazo.

«El Gobierno adoptará todas las medidas necesarias para contener el crecimiento de la masa monetaria. Estamos comprometidos, sobre todo, a reducir la inflación por medio de una política monetarista. Nuestro objetivo consiste en volver a contar con dinero saneado, con una moneda que sea una fuente de valor, así como un instrumento de intercambio. La tarea es digna de un hércules, pero no somos peregrinos de corazón débil ni nos asustan los caminos empedrados. Este Gobierno, contrariamente a lo que hacían sus predecesores, hará frente a las realidades económicas», dijo la señora Tatcher.

Las alusiones a «medidas impopulares» y otras han sido interpretadas en la City como un síntoma claro de que el Banco de Inglaterra aumentará su tipo básico de interés de su índice actual, fijado entre un 14% y un 15,5, o un 16%, dentro de esta semana, quizá mañana, jueves, lo que provocará inmediatamente un encarecimiento en el coste del dinero, que se acercará al 20%.

Las advertencias de la señora Thatcher se han producido a los pocos días de la publicación de las cifras de préstamos bancarios correspondientes a octubre, calificadas por la jefa del Gobierno de «decepcionantes», y que indican una superación sustancial de los objetivos del Gobierno previstos en su presupuesto de junio pasado en un crecimiento de la masa monetaria entre el 7% y el 11%.

La City ha reaccionado favorablemente al discurso con una subida general de todos los corros y con un aumento, a media mañana, en el índice general del Financial Times de 13,8 puntos. Igualmente, la libra esterlina ha recuperado un tercio de centavo, cerrando a 2,1135 con relación al dólar.

Para la jefa del Gobierno británico lo más difícil es hacer llegar el mensaje de que el único dinero de que dispone la Administración proviene de los contribuyentes y del crédito, con la contradicción de que todo el mundo se queja de que los impuestos son demasiado altos, mientras que los créditos, además de tener que devolverlos, son los causantes de la subida de los tipos de interés.

La política a largo plazo del Gobierno conservador consiste en reducir la proporción que el Gobierno se lleva de los recursos nacionales, para aumentar la de los que trabajan y ahorran. Es hora de reducir el papel del Estado y aumentar el del individuo.

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