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Evacuan una ciudad de 200.000 habitantes en Canadá

Más de 200.000 personas tuvieron que ser evacuadas el domingo de la ciudad canadiense de Mississauga, a dieciséis kilómetros de Toronto, a causa del descarrilamiento de un tren cargado con productos químicos, que provocó nubes de gases tóxicos y el riesgo de una gigantesca explosión.Las autoridades de la provincia de Ontario y los encargados de la defensa civil calificaron ayer esta evacuación como la mayor registrada en la historia de Canadá en tiempo de paz. Por el momento no se sabe cuándo se autorizará a los residentes de Mississauga a volver a sus hogares, ya que anoche continuaba existiendo peligro.

El descarrilamiento se produjo en la madrugada del domingo. Ocho vagones-cisterna, cargados de gas propano, comenzaron a arder, mientras que, unos metros más allá, otra cisterna cargada de cloro líquido vertía lentamente su contenido. Las autoridades temen que el cloro pueda inflamarse, provocando una explosión. Hasta el momento no se ha registrado ningún herido ni daños materiales de importancia, pero el peligro potencial continuaba siendo muy alto.

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El ejército patrulla en la ciudad canadiense de Mississauga para evitar el pillaje

(Viene de primera página)

Durante todo el domingo, una nube de humo verdinegro fue extendiéndose por el área circundante. Algunos bomberos y policías que estuvieron cerca del lugar del descarrilamiento sintieron náuseas y dolores de cabeza.

Los expertos que analizaron el aire en Mississauga indicaron que la orden de evacuación tenía carácter preventivo, que el humo desprendido hasta ahora no es letal, pero que si el vagón cargado de cloro llegara a estallar o a dejar escapar su contenido, se podría crear una nube de gas mortal.

Centros comerciales, escuelas, iglesias y edificios públicos fueron utilizados como refugios para que los evacuados pasaran la noche del domingo al lunes y, probablemente, tendrán que pasar también la del lunes al martes. Fuerzas del Ejército canadiense cooperarán con la policía de Ontario para evitar actos de saqueo en la ciudad, prácticamente desierta.

Pocas horas después de producirse este descarrilamiento en Canadá, otros dos accidentes ferroviarios con vagones cargados de productos químicos se registraban en Estados Unidos, obligando a la evacuación de millares de personas.

En Florida, un tren arrastrado por dos locomotoras se salió de la vía el domingo. Una treintena de vagones volcaron, cargados en su mayoría con productos químicos. Inmediatamente después del accidente, nueve cisternas cargadas de propano empezaron a arder.

Dado lo desierto del área, sólo hubo de evacuarse a unas setenta familias, pero las autoridades estudiaban anoche la fórmula de destruir el resto de los vagones potencialmente peligrosos, quizá con explosivos o incluso mediante un bombardeo desde un avión militar. Ello podría obligar a nuevas evacuaciones como medida adicional de seguridad.

En Michigan, más de un millar de familias fueron evacuadas la madrugada del lunes, después de que una cisterna cargada de fluoruro de hidrógeno, un gas altamente tóxico, descarrilara cerca de la población de Holland. Por el momento se desconocía si la cisterna, que volcó por completo, se había roto o no, pero mientras llegaban los especialistas enviados por la compañía Du Pont, propietaria de la cisterna, se procedió a la evacuación.

Y, por último, la explosión de un gaseoducto en Louisiana, también el lunes, causó un socavón de treinta metros de ancho por diez de profundidad y obligó a la evacuación de un número indeterminado de habitantes de la ciudad de West Monroe. En este caso, la evacuación fue breve, y la mayoría de los 14.000 ciudadanos de West Monroe habían regresado a sus hogares.

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