Rafael Escuredo: "Nuestra autonomía también es cuestión de Estado"
El presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo (PSOE), declaró ayer que el Gobierno se encontraría con una respuesta contundente del pueblo andaluz -«habrá mucha leña política», dijo- en caso de que prosperara la intención de frenar las autonomías. «Al amparo de la Constitución se ha puesto en marcha un proceso ilusionador para todo un pueblo y nadie tiene la legitimidad política de frenarlo», afirmó.
El señor Escuredo, que en todo momento habló como presidente del órgano preautonómico, dijo que los cuatro partidos de implantación en Andalucía -PSOE, UCD, PCE y PSA- están en condiciones de sacar adelante el referéndum y de movilizar al pueblo andaluz ante los intentos de privarlo de su voluntad de autogobierno. «El 4 de diciembre de 1977 dos millones de andaluces se manifestaron en demanda de autonomía; pues bien, el próximo día 2 de diciembre vamos a salir de nuevo a la calle para disuadir a los que puedan caer en la tentación de frenar el proceso.»Sobre las razones que hacen pensar en el frenazo autonómico, recordó las recientes declaraciones del secretario general de UCD, señor Arias Salgado; las dudas expresadas por el ministro de Administración sobre la posibilidad de que el referéndum de iniciativa autonómica pudiera llevarse a cabo en la fechada pactada por el presidente del Gobierno y el de la Junta y, además, aludió a una intencionada campaña de prensa.
El consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, el centrista Pedro Valdecantos, presente en la conferencia de prensa, afirmó, por su parte, que no creía en el frenazo porque sería grave para Andalucía y para el Estado.
El señor Escuredo insistió en presentar la cuestión autonómica andaluza como un problema de Estado y se extrañó que el proceso descentralizador, presentado en su día como un factor de estabilización, curiosamente pase a ser considerado todo lo contrario una vez que Cataluña y el País Vasco han accedido al autogobierno. En su opinión, lo verdaderamente desestabilizador es enfrentar a un pueblo contra otro, y la congelación de la autonomía sería entendida por el pueblo andaluz como un incremento de los agravios que ya siente respecto a otras comunidades del Estado. Desestabilizador sería también añadir un elemento más de marginación entre un norte de España rico y con autogobierno y un sur sin horizonte social y político.
Andalucía, discriminada
«¿Por qué el tema vasco y catalán son considerados problemas de Estado y el andaluz no?», preguntó. « Indudablemente », dijo, «el terrorismo es un problema de Estado y la reivindicación autonómica de una comunidad tan importante como la catalana lo es, pero el paro, el analfabetismo y la falta de un horizonte social en Andalucía también son un problema de Estado.»
El señor Escuredo se negó a sacar conclusiones de los resultados de los referendos vascos y catalán generalizables al resto de las comunidades del Estado, pero rechazó rotundamente que el abstencionismo catalán pudiera ser un termómetro de la participación que pueda registrarse en el referéndum andaluz. En su opinión, Andalucía va a arrojar el mayor índice de participación de toda España, ya que la autonomía está ligada allí al sentimiento de marginación y agravio comparativo.
Finalmente, el presidente de la Junta anunció que recabaría el apoyo del Consejo General Vasco y la Generalitat para impedir que se consolide el intento de frenazo. «Vamos a medir», dijo, «hasta qué punto se corresponden con la realidad las declaraciones de solidaridad.»
Reunión del comité nacional del PSA
El Partido Socialista de Andalucía, por su parte, ha solicitado la autoconvocatoria de la Asamblea de Parlamentarios Andaluces y la celebración de plenos extraordinarios en todos los ayuntamientos para oponerse decididamente a la posible intención del Gobierno de retrasar el proceso autonómico de esta comunidad. Así lo acordó su comité nacional, reunido con carácter excepcional.
Con esta declaración, todos los partidos de cierta importancia en Andalucía -aunque tímidamente en el caso de UCD- y la propia Junta Preautonómica como institución se han pronunciado de forma rotunda en contra de cualquier frenazo a las aspiraciones autonómicas. El PSA ha propuesto, además, «para que no queden en simples declaraciones verbales las manifestaciones de los partidos centralistas», que se Firme a nivel de secretarios generales de los partidos implicados un compromiso público de no retrasar y discriminar a Andalucía.
Los nacionalistas han ratificado, asimismo, la importancia que va a tener la celebración del Día de Andalucía, el próximo 2 de diciembre, para demostrar al poder central la imposibilidad de imponer frenos al proceso autonómico. «El PSA piensa que sacar a todo el pueblo andaluz a la calle es la mejor manera de desperezar la unidad de las fuerzas andaluzas», ha declarado el comité nacional del partido.
