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El invierno, época propicia para la pesca

La época invernal, que es la propicia para la práctica de la caza, lo es también para la pesca. Hay una especie, el lucio, que es precisamente con el frío cuando desarrolla una mayor actividad. De los 800.000 pescadores que hay en España, la mitad también pesca en invierno, porque no todo es el salmón y la trucha.Todas las especies que pueblan las aguas occidentales, a excepción de los salmónidos, cangrejo y el cada vez más escaso esturión, pueden pescarse en invierno en función de que no tienen veda. Si acaso no será posible la captura de tencas, carpas y black-bass, pues éstos acusan el frío de tal manera que se aletargan en los fondos y hasta entrada la primavera no volverán a moverse. Sin embargo, los ciprínidos, especialmente en las horas centrales de los días soleados, si se les busca en las aguas remansadas, y el lucio, éste en cualquier momento, por dura que sea la climatología, ofrecen en esta época jornadas interesantes de pesca.

Tanto los ciprínidos como el lucio no tienen límite de capturas y si, por el contrario, disfrutan de una medida mínima legal para que no tengan que ser restituidos a las aguas. De esta manera tenemos que el barbo deberá tener dieciocho centímetros al menos para que pase a la cesta del pescador; el lucio, cuarenta centímetros, y los restantes peces -boga, bermejuela, gobio, etcétera-, ocho centímetros.

Estos peces, porque proliferan por toda la geografía, reciben escasa atención por parte del Icona. De los 46 millones de pesetas que se invirtieron el año pasado en la pesca, pocos se llevaron los ciprínidos y el lucio. De los primeros no hubo ninguna repoblación; de los segundos, 140.000 alevines se echaron a las aguas, cifra exigua si se tiene en cuenta que, por ejemplo, de trucha común se soltaron casi nueve millones. Y es que la riqueza que ofrecen los cipnnidos y el lucio es escasa. Los cotos de pesca suman en España 768, de los que 689 están dedicados de manera exclusiva al salmón, trucha y cangrejo. Cotos para los ciprínidos existen en Albacete, Avila, Badajoz, Barcelona, Cáceres, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Guadalajara, Jaén, Lérida, Logroño, Madrid, Sevilla, Tarragona, Teruel, Toledo, Valencia y Valladolid. Pescar en ellos resulta barato y no requiere los requisitos. burocráticos que precisan los cotos de salmónidos, ya que el permiso se extiende, por lo general, al pie del río y de manera ilimitada.

De cualquier manera, los pescadores no suelen acudir a los cotos cuando quieren pescar ciprinidos o lucios. La abundancia de estos peces en los ríos y embalses de la mayoría de las cuencas fluviales hace innecesario ir a los cotos para lograr una buena pescata.

La técnica adecuada para la pesca de ciprínidos se consigue a través del empleo de cañas finas y largas, veletas extraordinariamente sensibles y anzuelos y líneas de número pequeño; como cebo vale el gusano, trozos de lombriz e incluso el mismo pan. Para el lucio se requieren ya cañas más fuertes -largas si se emplea el pez vivo y medianas si se pesca con cucharilla-, así como línea del 30% y poteras en lugar de anzuelos simples.

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