Discrepancias entre los miembros de UCD por el Estatuto de Galicia
La discusión del Estatuto gallego entró ayer en una fase de gran tensión por las notables discrepancias entre los miembros de UCD de Galicia y los dirigentes del partido gubernamental. La sesión fue levantada cuando correspondía analizar los artículos relativos a las competencias de la comunidad autónoma, por no existir acuerdo entre los representantes centristas de la Asamblea de Parlamentarios y los portavoces de UCD estatal en la ponencia.
A los temores expuestos claramente en los últimos días por socialistas y comunistas, en el sentido de que el Gobierno pretende rebajar el techo autonómico con el Estatuto gallego, se unieron ayer declaraciones recelosas por parte de significativos miembros de UCD. Minutos después de haberse entrevistado en la Moncloa con el ministro de la vicepresidencia y otros técnicos centristas, el diputado de UCD por La Coruña Juan Quintás, principal responsable de los artículos que configuran la hacienda de la comunidad autónoma, citó el siguiente provervio zen: «Cuando no tienes nada bello que decir, es mejor que no utilices tu lengua.»Pío Cabanillas, al plantearle si existe afán por parte del Gobierno por establecer un techo inferior para las autonomías con el Estatuto gallego, declaró a su vez: «Si hay ese planteamiento, a mi juicio no es inteligente ni político, dada la gran mayoría de UCD en Galicia; tampoco es justo, porque se trata de una nacionalidad tan histórica e importante corno las otras, y pienso que no debe ser aceptado Por los parlamentarios de UCD.» En la misma línea, José Luis Meilán aseguró que no firmará un Estatuto que resulte impresentable en Galicia. «Los gallegos», agregó, «somos flexibles, pero también tenemos nuestras convicciones.»
Los socialistas reiteraron, por su parte, su propósito de conseguir para Galicia un Estatuto equiparable a los que ayer plebiscitaron vascos y catalanes. A este respecto, indicaron que no apoyarán el texto si sus planteamientos sobre el idioma no son aceptados y si se aplican criterios restrictivos a la hora de enumerar las competencias de la comunidad autónoma.
Alfonso Guerra desmintió que existiese -«ni por arriba ni por abajo»- pacto UCD-PSOE, sobre este Estatuto. «Nuestra estrategia», añadió, «es que el Estatuto gallego tiene que tener unos techos similares a los textos de Guernica y Sau». Al mismo tiempo se declaró personalmente contrario a acudir a negociar a la Moncloa cuando Rodolfo Martín Villa sugirió a los ponentes socialistas la conveniencia de trabajar sábado y domingo fuera del Parlamento.
El señor Martín Villa desmintió también que el Gobierno trate de rebajar el techo autonómico con el Estatuto gallego. «Nuestra única preocupación es la armonización de la legislación del Estado con las comunidades autónomas».
En la reunión de ayer fueron analizados catorce artículos en segunda lectura. Quedaron aprobados los relativos a la Administración de Justicia, con excepción del primero de este capítulo que se dejó aparcado. Se establecieron también las funciones del Parlamento de la Junta y su presidente; la figura de este último quedó configurada con un fuerte carácter presidencialista.
Anoche, inmediatamente después de concluir la sesión de trabajo, los ponentes centristas se desplazaron de nuevo a la Moncloa para entrevistarse con el ministro de la Presidencia y tratar de subsanar diferencias sobre las competencias que habrá de tener la comunidad autónoma y analizar el capítulo de hacienda, que se presenta como el más conflictivo, porque el Estatuto intenta ser una vía para que Galicia pueda salir del subdesarrollo.
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