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En las dos últimas semanas, el petróleo se ha encarecido en más de un 10%

Por la vía del hecho, los precios del petróleo han subido a lo largo de las últimas semanas entre tres y cinco dólares el barril. La mitad de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han aplicado primas sobre los precios oficiales de julio y la postura de elevación de éstos es casi unánime. El comisario de Energía de las Comunidades Europeas reconocía ayer que la elevación de los precios en un 10% antes de fin de año es inevitable.

Antes de finalizar el año, el precio del petróleo bruto podría aumentar el 10%, según conclusiones del alemán Guido Brunner, miembro de la Comisión Europea, responsable del sector energético. Brunner declaró ante los 750 participantes de un seminario internacional sobre economías de energía que los países productores de petróleo tienen sus razones para subir el precio del «oro negro». En primer lugar, cuentan cada vez con mayores dificultades para mantener un ritmo de producción elevado, que no se justifica por los precios oficiales practicados, muy inferiores a los pagados en los «mercados libres». En segundo término, las necesidades económicas de muchos países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y la debilidad del dólar, incitan a una política de prudencia que aconseja conservar las reservas de petróleo, antes que venderlo a cambio de dólares «papel», utilizados para comprar productos industriales cada vez más caros, debido a la inflación.El único elemento «moderador» para un incremento brutal de los precios del petróleo podría ser las perspectivas, bastante sombrías, para la economía occidental en 1980. Brunner recordó las proyecciones de la Comisión Europea para 1980, en materia económica. «Para estabilizar el mercado del empleo deberíamos realizar un crecimiento económico del orden del 4,5%, mientras que las previsiones más optimistas para 1980 parten de un índice de crecimiento que oscilará entre el 2% y el 2,5%», afirmó el comisario europeo. El desempleo en la CEE podría aumentar entre 500.000 y 700.000 personas en 1980, a sumar a los 5.200.000 parados actualmente contabilizados en los nueve países del Mercado Común. La inflación podría aumentar en un 3%, rozando casi el 10% anual para 1980. El déficit de la balanza de pagos de la CEE se cifraría alrededor de los 7.000 millones de dólares.

Estas proyecciones, claramente pesimistas, están deávadas, en gran parte, del continuo aumento del precio del petróleo desde 1973. En ese año, la CEE importó 580 millones de toneladas de petróleo, por importe de quince billones de dólares. Para el año en curso las importaciones se cifrarán alrededor de los quinientos millones de toneladas, que supondrán un coste para la CEE, a pesar de la política de ahorro en consumo de petróleo, de unos billones de dólares.

Los rumores de una posible reducción de la producción kuwaití de petróleo fueron confirmados ayer por el ministro de Petróleo, Ali al Saabli, en unas declaraciones a la televisión de su país. No se precisó el alcance de la reducción, que ya había sido anticipada hace unas semanas en la prensa americana, pero se espera una decisión definitiva del Gobierno del país del golfo antes de que acabe el año. Informaciones de la prensa especializada apuntan que la reducción podría dejar la producción kuwaití entre 1,5 y 1,7 millones de barriles/día, cifras sensiblemente inferiores a las habituales de 2 a 2,2 millones.

El ministro kuwaití destacó que la sugerencia de su Gobierno a los demás países miembros de la OPEP es que reduzcan sus producciones para preservar sus recursos y mantener una relación de uno a cien entre la producción y las reservas.

El mantenimiento de un mercado de demanda de petróleo permitirá además, según los productores, una tendencia al alza de los precios que aparece, para ellos, como única defensa frente a la inflación mundial ya la depreciación del dólar.

El diario argelino El Mudjahid estimaba en su edición de ayer que la gama de precios del petróleo fijada por la OPEP en junio «no resiste más la realidad económica», subrayando que los países exportadores pierden al respetar los baremos de la OPEP.

El periódico consideraba que ha faltado una conferencia en el calendario de la OPEP, que debió haberse celebrado en septiembre.

Esta reunión, según el diario, habría permitido analizar la evolución del mercado mundial y la situación del dólar, y habría podido armonizar y legalizar los reajustes de los precios del petróleo decididos unilateralmente por los países miembros, al margen del cuadro oficial de la organización.

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