Declaraciones del teniente general Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil

«( ... ) Las autonomías de Cataluña y el País Vasco atentan contra la unidad de la Patria y, además, no está claro que sean constitucionales. Han sido un arreglo, sin que hayan tomado parte ni el Parlamento ni la Nación. Los propios referéndum organizados en esas dos regiones no son apropiados, puesto que se va a decidir el destino (le siete provincias españolas sin que se pronuncie el electorado de todala Nación. Se va a escindir la unidad de España con los votos de unos cuantos, y no de todos, y después vamos a ser todos los que vamos a soportar las consecuencias. ( ... )El ultraje a la Bandera es permanente; la agresión constante a las fuerzas militares es el pan nuestro de cada día. Hay más muertes en la lista de la transición que durante años muy anteriores. Estamos ante una situación económica de quiebra; esto se lo pueden decir a usted los empresarios, los inversores, los ahorradores, los banqueros y los obreros, y por_ahí ha dicho un líder obrero que estaremos muy pronto en los dos millones d parados. La inseguridad ciudadana de atracadores, de bandidos maleantes es total. Esta es la Nación que tenemos delante. Estos está convirtiendo en un país d avestruces. Todos están metiendo la cabeza debajo del ala. ( ... )

Hay que hacer un Estado. L Constitución podría ser respetable en algunas cosas, pero sería necesario hacer una revisión de aquellos artículos que se ha visto por experiencia que son atentatorio

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contra la unidad de España, que hacen imposible gobernar y que son promotores de divisiones profundas y de hundimiento de la Nación. ( ... )

Este no parece ser un Estado de derecho. Haga usted un sondeo en la magistratura, en la política, en el Ejército, en el empresario y en la calle y tome usted buena nota de las respuestas que van a darle. Se lo dirán a lo mejor bajito, pero se lo dirán. ( ... )

-Hay una polémica en el Ejército sobre qué está antes, si la disciplina o el honor. ¿Cuál es su criterio?-

-Que son inseparables. Si el honor para cualquiera es un «patrimonio del alma», como dijo Calderón, para los militares mucho más. Y la disciplina es la garantía del Ejército para el cumplimiento de sus fines. La disciplina sin honor carece de justificación. El honor sin disciplina es una mera actitud romántica o moral. Lo que sucede es que el deshonor podría querer arroparse de disciplina para encubrirse. Este es otro problema, y allá cada cual con sus habilidades. Pero ya le digo que «honor» y «disciplina» son una misma cosa; son inseparables. ( ... )

El Rey ha traido la democracia, pero pienso que no se le puede hacer responsable de la situación, o de los hechos, porque éstos son de la exclusiva responsabilidad de los políticos. Creo que el Rey trajo la democracia con la intención de que fuera parecida a ciertas democracias que son ordenadas. Lo que me parece es que no quiso traer una democracia que puede poner en riesgo a la misma Corona. (...)

Yo no tengo soluciones ni las debo tener. Solamente tengo opiniones como cualquier ciudadano. A nuestra Patria le hacen falta actuaciones para sacarla de su gravísima crisis económica, de la miseria, del paro, del ridículo exterior, de la desintegración nacional y del terrorismo. Lo importante es la Nación, y lo secundario son las ambiciones políticas.

-¿Eso no es "golpisino"?

-Eso es sentido común. » Madrid, 20 de octubre