_
_
_
_

La Iglesia portuguesa condiciona el voto de los católicos

La Conferencia Episcopal portuguesa ha fijado la posición de los católicos y del clero en relación a las elecciones de diciembre. En sus consideraciones generales, la nota pastoral divulgada por el episcopado portugués recoge las afirmaciones ya elaboradas en 1975, antes de las primeras elecciones libres: la jerarquía católica no debe interferir en las rivalidades partidarias, la Iglesia no tiene «su o sus partidos, y no autoriza a ninguna formación política, movimiento o dirigente político a erigirse en intérprete o defensor exclusivo de las ideas o de los intereses de la Iglesia católica».

Bajo esta aparente neutralidad, la jerarquía católica da consignas muy precisas para las elecciones de diciembre. La primera se refiere a la obligación de votar. Unos obispos fueron más lejos al afirmar que «la abstención es un pecado tan grave como faltar a la misa dominical».La Conferencia Episcopal recuerda que los católicos no pueden permanecer indiferentes ante un acontecimiento que determina su cuadro de vida. Pero no hasta con votar, hay que votar «bien», es decir, «rechazar las ideologías que se oponen más o menos a los principios cristianos».

La lista de principios cuyo respeto debe condicionar la decisión de los cristianos es suficientemente precisa y concreta para constituir un auténtico programa electoral: por la defensa de la vida, contra el aborto, por la familia y el matrimonio uno e indisoluble, contra el divorcio, por el derecho al trabajo, a la iniciativa privada y a la propiedad privada, incluso de los medios de producción.

Está claro que no sólo los comunistas, sino también los socialistas, y tal vez los socialdemócratas, quedan señalados, sin citarlos, por el anatema. Los sacerdotes, a quienes está prohibido tomar parte activa en la contienda electoral, tienen la responsabilidad de ayudar a los fieles a una elección consciente, «explicando los acontecimientos y las situaciones a la luz de la fe».

La nota pastoral condena por igual el totalitarismo estatal y el liberalismo absoluto del capitalismo puro; pero no hace falta mucha imaginación para adivinar cómo serán aplicadas estas directivas a nivel local. Obispos como los de las Azores o de Viana do Castelo llaman ya a la movilización de los cristianos contra el ateísmo, el marxismo... y la abstención. Unica voz discordante: la del obispo del centro industrial de Setúbal, para quien la Iglesia tiene fundamentalmente una misión evangelizadora: «Escoger un modelo de sociedad es una cuestión de conciencia. Nosotros no somos dueños de la conciencia de nadie. La Iglesia respeta demasiado al hombre para coartar su libre elección.»

La insistencia sobre la necesidad de tomar parte en las elecciones coincide con los temores manifestados por los partidos de Alianza Democrática. Curiosamente, estos partidos actúan como si estuviesen convencidos de que el presunto descrédito de los partidos políticos y del sistema democrático afectase muy particularmente su electorado.

Después de haber luchado en el Parlamento por la aplicación de sanciones monetarias a quienes deserten de las urnas, los partidos de centro y de derecha parecen convencidos de que la abstención, ya registrada en, las operaciones de censo, puede robarles una victoria que, de otro modo, estaría asegurada. Pero tal vez esta campaña se destine únicamente a provocar el «voto del miedo», amenazando al electorado más conservador con la victoria de la izquierda.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_