Se acercan las posiciones en el coflicto del transporte asturiano

Las reivindicaciones de los transportistas asturianos y la propuesta hecha por el Consejo Regional después de haber consultado con el subsecretario de Transportes, Alejandro Rebollo, se encuentran ya muy próximas, si bien la principal dificultad reside en quién da el primer paso: los camioneros exigen la previa puesta en libertad de los detenidos y el organismo preautonómico entiende que no puede haber acuerdo alguno mientras no sea desconvocada la huelga iniciada hace 46 días.

Rafael Fernández, presidente del Consejo Regional de Asturias y militante del PSOE, hizo ayer unas polémicas declaraciones en las que coincide con el gobernador civil en responsabilizar a los partidos extraparlamentarios de la extrema izquierda de la radicalización del conflicto. «Se ha pretendido», aseguró, «extender este paro a la minería y al comercio, coincidiendo con la amenaza de cierre empresarial de la Federación Asturiana de Empresarios. Sabemos, por otra parte, que se ha pedido la solidaridad de Fenadismer para llevar la huelga del transporte a otras provincias. Posiblemente se buscaba que prendiera un foco conflictivo en el aniversario de la revolución de octubre de 1934. Se trata, pues, de una actitud que podría tener efectos desestabilizadores. Quizá el comité de paro se encuentre manipulado por esos grupúsculos que creen estar a un paso de la conquista del poder con un golpe audaz.» Sobre la actitud de Alejandro Bárcena, presidente de Cesintra (asociación convocante de la huelga) y militante y concejal del PSOE, Rafael Fernández afirmó que él ya le habría expulsado del partido por su comportamiento en este conflicto.Los miembros del comité de huelga, que son buscados por la policía, celebraron una rueda de prensa «clandestina», en la que anunciaron su intención de desconvocar el paro si Hunosa y Ensidesa firman un documento comprometiéndose a pagar los dos puntos de subida de tarifas ya aceptadas por las empresas nacionales. Con esta garantía volverían a trabajar para negociar en enero unos nuevos contratos, con Alejandro Rebollo como mediador. En opinión del consejero de Transportes y militante del PCE, Víctor Zapico, la solución más adecuada al conflicto es la fijación de unas tarifas mínimas de aplicación en todo el Estado y la negociación entre empresarios y transportistas de unas tarifas regionales con los organismos autonómicos o preautonómicos como mediadores.

Las declaraciones del gobernador civil que apuntaban a móviles políticos como principal causa del conflicto han sido calificadas por el comité de paro como «ridículas y faltas de seriedad». «Estamos», agregaron, «ante un problema exclusivamente laboral y la falta de competencia para resolverlo no puede dar pie a explicaciones fantásticas, que sólo llevan la inquietud a la opinión pública. El único apoyo que tenemos los transportistas es el de nuestro poco dinero. Hemos tenido que negociar con nuestros acreedores el pago retrasado de las letras pendientes, y como éstos han tenido comprensión para nuestro problema, de ahí sale el dinero. La inquietud por la que está pasando la región es terreno abonado por los sembradores de bulos, que ésos si que trabajan con claras intenciones desestabilizadoras.» Los miembros del comité de paro han criticado duramente al consejero de Transportes, Víctor Zapico, del PCE, y sólo aceptan como interlocutor al consejero regional de Industria, Javier Vidal, de UCD. «El secretario general del PCE de Asturias, Gerardo Iglesias», afirman, «previno al señor Vidal de que podría ser secuestrado por nosotros, pero él lo tomó como uña broma y asistió a la reunión.»

Unos 150 camiones de los que han sido retirados de los arcenes de las carreteras circulan conducidos por Fuerzas de Orden Público, después de haber sido requisados, para abastecer a la región de los productos indispensables. En los últimos días entraron en Asturias 75.000 kilos de aceite y 110.000 de azúcar. La psicosis de escasez ha provocado un tremendo aumento de la demanda, hasta el punto de que en los últimos tres días se ha vendido el aceite equivalente a un mes de consumo, y en dos semanas, el azúcar de dos meses.