Gracias a Milans del Bosch

Creo que son de agradecer las declaraciones del teniente general Milans del Bosch, por los efectos que han producido en cuantos confiamos que los principios democráticos pueden afianzarse en nuestro país.El vivir cotidiano y las pequeñeces de la política diaria producen, hasta en los espíritus más firmemente convencidos de la viabilidad de la democracia, una sensación de hastío, apatía e indiferencia hacia la res pública. El teniente general Milans del Bosch nos ha obligado a mirar hacia el breve pasado de nuestra democracia y a realizar el análisis de los aspectos positivos y negativos y el balance de lo que se ha conseguido en tan poco tiempo, y de lo que se ha dejado de hacer o se ha hecho mal.

Poco se puede añadir al editorial de EL PAIS de 25 de septiembre. Quizá sea conveniente hacer notar que, entre los problemas pendientes de resolver en nuestra nación, está el de la reestructuración del Ejército, acostumbrado, como tantas otras instituciones (Administración, universidad, Seguridad Social, justicia, etcétera), a vivir en la inercia y la comodidad de una dictadura donde todo estaba preestablecido. Ahora, cada institución debe recrearse a sí misma e intentar adelantarse al futuro.