Fútbol el sábado

LA NOTICIA de que un desacuerdo entre RTVE y la Federación de Fútbol iba a dejar a los televidentes españoles sin el partido dominical causó cierta polémica. Para el español, el fútbol es algo más que un juego. Aunque el número de futbolistas federados, de practicantes «en serio» de este deporte, no es en España especialmente alto, el interés que el espectáculo despierta y el dinero que mueve como tal en nuestro país son superiores a cualquier otro. Eso permite al espectador español ver en el equipo de su ciudad a grandes estrellas de cualquier procedencia.El conflicto RTVE-Federación, que surgió un tanto alentado por la negativa de RTVE a pagar al organismo futbolístico derechos por transmitir los partidos de la selección, no se puede calificar, sin embargo, como una riña injustificada. La Federación defiende que el partido dominical de la televisión quita público a otros campos, especialmente a los clubs más modestos, de Segunda o Tercera División, y que los pocos millones -de dos a cuatro, salvo en el caso de los grandes clubs- que paga televisión al club escogido no compensan de ninguna forma el daño que sufre el fútbol en general. El argumento parece válido. También están en su derecho los clubs de pedir más dinero y RTVE es libre para dárselo o negárselo. Las últimas conversaciones apuntan hacia una solución que parece válida, aunque puede ir en perjuicio de los niños: trasladar el partido televisado de su hora habitual -las ocho de la noche del domingo- a las cuatro de la tarde del sábado. Lo que hasta ahora era espacio reservado a espacios infantiles de menor o mayor calidad, como Heidi, Marco, Mazinger o Tarzán, quedaría para los Cunningham, Kempes, Simonssen o Iríbar. Si el espacio infantil puede ser trasladado a otra hora, la solución podría ser viable. Respecto al dinero, ese ya es un acuerdo al que se puede llegar con tiempo y buena voluntad. Pero, puestos ya a resolver el tema, la Federación y RTVE podrían llegar al acuerdo de escoger cada jornada el partido más importante de la misma, y no uno del montón. Domingo tras domingo, los televidentes han contemplado partidos sin interés especial, mientras Televisión olvidaba el plato sabroso de la jornada. Incluso los acuerdos de RTVE con el Madrid o el Atlético -que siguen en vigor y que los clubs están obligados a cumplir en cualquier caso- especifican que entre los partidos a escoger por el organismo estatal no entran los más importantes, es decir, las visitas del Barcelona, Valencia, Athlétic o el propio rival madrileño. Este tipo de acuerdos, que suponen de por sí un fraude a los televidentes, deben ser suprimidos para el futuro. De lo contrario, la disputa sobre si deben o no ser televisados los partidos pierde mucho de su contenido.