El Gobierno considera improbable una próxima ligazón de la peseta al Sistema Monetario Europeo

España podría ligar, unilateralmente, la peseta al Sistema Monetario Europeo (SME), por medio de una aceptación tácita de las normas de éste, pero no es previsible que esto se haga de una forma inmediata hasta que dicho sistema se consolide. No obstante, el sistema financiero español y la política monetaria que se siga desde el Banco de España continuarán la fase de flexibilidad emprendida en los últimos años hasta que, en última instancia y con ocasión de la integración española en la CEE, no existan particularmente grandes diferencias entre nuestro sistema y el comunitario.Estas conclusiones aparecen como las más importantes de la ponencia presentada ayer, en sesión cerrada, por el gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles, ante la 29ª Reunión de Gobernadores de Bancos Centrales Latinoamericanos y de España, que hoy continuará en el hotel Eurobuilding, de Madrid. Una copia de dicha ponencia, que versa sobre los «Aspectos monetarios y financieros de la integración europea y sus repercusiones para España», fue obtenida por EL PAIS.

En la ponencia, el gobernador del Banco de España ofrece frecuentemente opiniones desfavorables sobre el recientemente creado SME ya que considera que «no hay muchas razones para un excesivo optimismo», en cuanto a la posibilidad de que dicho sistema sirva para una mayor convergencia de las políticas económicas de los países comunitarios y mientras preconiza que la nueva crisis del petróleo pondrá seriamente a prueba la viabilidad del SME.

La ponencia del señor Alvarez Rendueles sobre los «Aspectos monetarios...» es, quizá, la exposición más explícita hasta la fecha sobre la posición española ante el SME y sobre las perspectivas que existen de que España se integre de facto en el mismo. En este sentido, y pese a la constatación de diversas opiniones negativas respecto al SME e incluso referentes a la integración de España en la Comunidad Económica Europea, el gobernador del Banco de. España justifica el hecho de que el Gobierno español haya emprendido una política cambiaria flexible y haya adoptado otra de control del crecimiento de la circulación de dinero mucho más eficaz, en función de la próxima adhesión de España al Mercado Común.

Pero, en opinión del señor Alvarez Rendueles, «una vinculación rígida de la peseta al ECU (unidad de cuenta europea) crearía problemas económicos y monetarios a España en función, principalmente, de que «el ritmo de inflación es en España, en estos momentos, más alto que en el promedio de los países miembros del SME».

«Se podría alegar», manifestó el gobernador del Banco de España, «que esa vinculación (de la peseta al ECU) forzaría a las autoridades españolas a seguir una política más intensa de estabilización, La realidad es, sin embargo, que si no se sigue en estos momentos esa política, ello no es debido a ninguna dificultad técnica o a ninguna negligencia de las autoridades, sino a una elección consciente por parte de éstas.»

Según el gobernador del Banco de España, las virtudes disciplinarias de una conexión rígida de la peseta al ECU no existirían para el caso de España, ya que, «a corto plazo, constituirían un obstáculo para el desarrollo de la política económica española, sin claras contrapartidas ». Y, en un momento, además, que esta política económica «estará condicionada, entre otros factores externos, por la necesidad de realizar los paulatinos ajustes que impone el deseo de acceder a la CEE. Ello impondrá, de un lado, severidad en la política económica; de otro lado, aconsejará mantener grados de libertad que permitan hacer más flexible esa política».

Satisfacción de la CEE

Aparte de los efectos negativos que sobre la economía española podría tener esta aceptación tácita del SME, el señor Alvarez Rendueles ofrece opiniones poco esperanzadoras sobre el éxito práctico del SME a la hora de alcanzar el que parece su principal objetivo: la coordinación de las políticas económicas de los países comunitarios.

Según el gobernador del Banco de España, la experiencia del reciente pasado demuestra que muchos de los esfuerzos de la CEE para coordinar las políticas económicas de sus miembros no han sido muy satisfactorios, han exigido frecuentes reajustes de sus tipos de cambio relativos y, como se ha demostrado en la reciente reunión de Bruselas de los ministros de Finanzas, parece existir dentro de la CEE una diversidad de opiniones respecto al énfasis en la unidad y estabilidad monetaria. «Es difícil pensar», dijo, «que los países que más éxito han obtenido al respecto estén dispuestos a aceptar un mayor grado de inflación o que los que han sufrido más ésta se conviertan de la noche a la mañana en estabilizadores a ultranza.»

No obstante, el gobernador del Banco de España opina que un mayor acercamiento de España al SME sería visto con satisfacción por los países miembros de la CEE, en parte porque se vería acelerado un proceso de asimilación de los respectivos sistemas monetarios y, a la vez, el SME se vería reforzado.

Efectos monetarios de la integración

En otro capítulo, el señor Alvarez Rendueles destaca los efectos monetarios de la integración española en la CEE y, aunque resalta el hecho de que éstos no serán traumáticos, ni las transformaciones institucionales requeridas, «profundas y rápidas», sí provocará una liberación progresiva de los movimientos de capitales, tendrá una incidencia importante sobre las normas que hoy limitan las inversiones en España, y en las españoles en el exterior originará una limitación de los elementos de discrecionalidad que hoy existen sobre el establecimiento de bancos en España y supondrá una eliminación de las discriminaciones por razón de la nacionalidad en el desarrollo de actividades crediticias en este país.