La regulación del divorcio afectará a los mafrimonios canónicos
Habrá divorcio tanto para los matrimonios contraídos canónicamente como para los exclusivamente civiles; se regularán las formas de disolución del vínculo matrimonial dentro de la reforma del Código Civil y no como una ley nueva; el divorcio no se concederá en niongún caso por mutuo disenso de los conyuges, y si cuando se demeuestre que un matrimonio está definitivamente roto, después de transcurrido un plazo «prudencial» de separación legal o efectiva.El portavoz del Grupo parlamentario de Unión de Centro Democrático, Antonio Jiménez Blanco, informó que el proyecto gubernamental contendría estos puntos, al término de la reunión que cincuenta diputados centristas mantuvieron ayer, a puerta cerrada, en un hotel de Madrid con el ministro de Justicia, Iñigo Cavero.
La reunión duró cerca de tres horas y media, y el principal punto de discusión no fue el de las causas de separación o las causas de disolución, sino las distintas formas de regulación legal del matrimonio. Los diputados de UCD se enzarza ron en una discusión sobre si el Código Civil debería contemplar dos formas de matrimonio distinto: canónico y civil, o si, por el contrario, debía regular un solo matrimonio con dos modos distintos d
prestar el consentimiento: ante un juez o ante el ministro de una confesión religiosa. En este último caso tendría los mismos efectos civiles.
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No se pone en duda que habrá regulación del divorcio, según el ministerio de Justicia
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El ministro de Justicia, a quien acompañaba el director general para Asuntos Religiosos, Eugenio Nasarre, expuso ante los parlamentarios de UCD -sólo acudieron a la reunión unos cincuenta de los 168 diputados con que cuenta el grupo gubernamental- las líneas generales del proyecto de reforma de los artículos 42 y siguientes del Código Civil, preparado. por su departamento.
El señor Cavero afirmó que no entraría en ninguna discusión sobre la disyuntiva «divorcio, sí; divorcio, no », porque UCD en su programa electoral, aceptado libremente por todos sus diputados, se había comprometido ante su electorado a regular las causas de disolución del matrimonio e insistió en que el Gobierno tenía la intención de respetar escrupulosamente el plazo anunciado -finales del mes de octubre-, para la presentación ante el Congreso del correspondiente proyecto legal.
Algunos diputados expresaron sus disconformidad con el ritmo que se había concedido al divorcio dentro del calendario de desarrollo constitucional, por estimar que no era un tema que exigiera tanta rapidez. El ministro de Justicia contestó que, una vez aprobados los acuerdos con la Santa Sede, no existía ninguna razón para posponerlo.
El debate se planteó entonces en relación con las formas de matrimonio que regulará el Código Civil. Para un sector de UCD, que podría calificarse de más progresista, el Estado sólo debería plantear un solo matrimonio, el civil, dejando a la libertad de los contrayentes decidir si, independientemente, desean contraerlo también ante la Iglesia.
Otro sector, por el contrario, estima que deben regularse dos tipos de matrimonio diferenciados: civil y canónico. Aunque los defensores de esta tesis rehuyeron explicar las consecuencias indirectas de esta diferenciación dentro del Código, puede suponerse que dejaría abierta la posibilidad de cerrar la puerta o dificultar grandemente el divorcio para matrimonios contraídos ante la Iglesia.
La vía intermedia, respaldada, al parecer, por el Ministerio de Justicia -cuyo titular es un democristiano-, considera más conveniente que el Estado contemple un único matrimonio, cuya celebración se puede efectuar ante un juez o ante un ministro religioso, con las mismas consecuencias a todos los efectos, incluida la posibilidad de anular el vínculo.
El señor Jiménez Blanco afirmó que personalmente no había tenido ningún contacto con jerarquías de la Iglesia católica a propósito de divorcio, pero que dado que UCD afirma recoger en su ideario el humanismo cristiano, no debería resultar extraño que esos contactos se llevaran a cabo. Anunció que en la reunión se había acordado crear un comité integrado por diputados que estaría en permanente relación con el Ministerio de Justicia, para ayudar a plasmar definitivamente la regulación de la disolución del, vínculo matrimonial.
Próxima reunión del episcopado
Por otra parte, la Comisión Permanente del Episcopado se reunirá en Madrid del 25 al 27 de este mes, a fin de tratar el tema de la próxima ley de divorcio. Es posible que dicho organismo haga público un nuevo comunicado sobre la postura de la jerarquía eclesiástica en torno a esta cuestión, que ya fue objeto de un informe más amplio en la última asamblea del espiscopado.
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