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El Senado aprobó por aclamación la ley General Penitenciaria

El Pleno del Senado aprobó ayer por aclamación la ley General Penitenciaria, sin variación con respecto al texto aprobado por el Congreso, por lo que la nueva normativa, llamada a culminar la reforma penitenciaria, sólo está a falta de su promulgación para entrar en vigor. Al término de la sesión, el director general de Instituciones Penitenciarias y padre de esta ley, Carlos García Valdés, confirmó su decisión irrevocable de dejar el cargo en cuanto aparezca la nueva norma promulgada en el Boletín Oficial del Estado.

«Se acabó; he cumplido la misión que asumí al suceder a Jesús Haddad en 1978, y me vuelvo a la universidad», afirmó el señor García Valdés, que asistía como invitado a la sesión y fue constante y unánime elogiado por los senadores. El director de Prisiones insistió en que hay que erradicar la imagen de que alguien es insustituible y no hay que temer que su ausencia vaya en detrimento de la aplicación de la ley.«Se han ido ya adelantando ya medidas de reforma, y además permanece un equipo totalmente renovado, con 350 nuevos directivos que no tienen nada que ver con la etapa anterior. Afortunadamente, el que venga después encontrará unas cárceles totalmente distintas, que ya no son un problema nacional, una noticia de primera página, sino sólo un asunto del Ministerio de Justicia. »

Observó también que la ley no es sólo suya, sino que es fruto del proyecto elaborado por el equipo que llamó Jesús Haddad, enriquecido por las aportaciones de los grupos políticos y sociales, y estimó que el punto más difícil de la aplicación de la ley será el económico, ya que, aunque hay un importante presupuesto, se necesita mucho dinero para que dejen de existir los establecimientos de la época anterior.

Por último, exhortó a los ciudadanos a que, a pesar del sentimiento de inseguridad ante la delincuencia, hay que aceptar esta ley porque no conlleva un régimen penitenciario blando, sino, «y esto es otra cosa», humanitario, pero firme. Citó como ejemplo las últimas estadísticas sobre permisos de salida, que revelan un porcentaje de fracasos de sólo veintiuno, 0,99%. «Lo que no podemos es asumir el riesgo de los motines, destrozos, fugas, etcétera», concluyó.

La nueva ley fue altamente valorada por los representantes de Its grupos políticos que intervinieron, quienes coincidieron también en elogiar al señor García Valdés, al que fueron dedicados varios aplausos calurosos, y a su antecesor en el cargo, Jesús Haddad, muerto en atentado, al que el portavoz de UCD, Manuel Iglesias Corral, calificó de mártir, mientras llamaba héroe al actual director. Asimismo hubo unanimidad en pedir que las cárceles no impliquen otro castigo que la privación de libertad, no añadiendo a ésta los horrores de la etapa pasada, y dejen de ser definitivamente escuelas de delincuencia.

El puente sobre la bahía de Cádiz

En la misma sesión se debatieron varias preguntas dirigidas al Gobierno por distintos senadores, entre ellas, una del socialista andaluz Rafael Román, sobre si sería conveniente rescatar la concesión de explotación del puente Ramón de Carranza sobre la bahía de Cádiz, que explota actualmente en régimen de subconcesión Bética de Autopistas, SA, ya que, según el señor Román, el peaje que hay que pagar para cruzar el puente limita la expansión de Cádiz.

Contestó el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Jesús Sancho Rof, que se están realizando las conversaciones con la empresa arrendataria prometidas por su antecesor en el cargo, pero que rescatar la concesión supondría un desembolso de 3.000 millones de pesetas, demasiado elevado, en opinión del Gobierno.

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