El Gran Prix de Madrid, víctima de las exhibiciones

El Gran Prix de Madrid, que se celebrará entre los próximos días 24 y 30 del presente mes de septiembre, corre serio peligro económico al coincidir en esta ocasión con el I Campeonato Open Europeo de Marbella, torneo de exhibición que se celebrará del 28 al 30, patrocinado por una firma comercial.

La gran diferencia de premios y facilidad para obtenerlos, decidió, lógicamente, a figuras como Borg, Gerulaitis -reciente finalista de los Campeonatos de Estados Unidos-, Solomon, Nastase o Panatta a jugar en Marbella. Se repartirán allí 200.000 dólares (más de trece millones) entre sólo ocho tenistas. Los organizadores del torneo madrileño, que ofrecen un total de 75.000 dólares (cerca de cinco millones de pesetas, pero con lucha entre 64 jugadores), se encuentran muy enfadados por la competencia, que ellos consideran desleal.La aparición de los torneos de exhibición, aunque el futuro del de Marbella sea llegar a entrar en el circuito del Gran Prix, ha sido ya desde hace tiempo el gran peligro de los torneos puntuables, que han entrado en el circuito oficial siempre con la espada de Damocles de las pérdidas económicas encima. Las grandes figuras, una vez conseguidos sus triunfos, o simplemente buenas actuaciones, en los torneos importantes -Wimbledon, Roland Garros, Estados Unidos, Italia, etcétera-, procuran encontrar -no los organizadores- los «huecos» apropiados para embolsarse un buen dinero mucho más fácilmente conseguible.

Si en el próximo Gran Prix de Madrid, con Higueras, Orantes, Barazzutti, Bertolucci, Clerc y pocosj ugadores más importantes en liza, el ganador, entre 64 aspirantes, tiene asignado un premio que ni llega al millón, en Marbella el vencedor, entre sólo ocho hombres, se embolsará casi siete millones. Mientras no lo solucione la Federación Internacional, las coincidencias serán inevitables. Es también sintomático que los días 27 y 28, en Río de Janeiro, Pecci, Vilas, Connors y Dibbs jugarán otro torneo de exhibición con 50.000 dólares -más de tres millones de pesetas- para el vencedor. Por algo será.