Francisco Laína García,

gobernador civil de Zaragoza, estaba en la plaza de Ejea de los Caballeros donde toreó El Cordobés que fue sancionado en aquella ocasión con una multa de 5.000 pesetas por faltar al respeto público. Su versión de los hechos difiere por completo de la que publicó EL PAIS el pasado 8 de septiembre. Manuel Benítez no toreó en Zaragoza, sino en la mencionada localidad. «Lo que ocurrió», señala el gobernador, «fue lo siguiente: en el quinto toro, El Cordobés estaba toreando en el centro de la plaza y al oír insultos de un espectador cruzó toda la plaza, tiró muleta y estoque se acercó al callejón y desde allí increpó al espectador antes aludido. Por considerar que su conducta era sancionable, se le ha impuesto la sanción prevista en el artículo 118 del Reglamento de Espectadores.» A la corrida asistieron 7.000 espectadores, que, según el gobernador, no vieron por ningún lado la existencia de un supuesto espontáneo que se había lanzado al ruedo y había sido felicitado por el diestro, según las versiones que recogió EL PAIS.