_
_
_
_

El Rastro se amplía a los paseos de Acacias, los Olmos y la Esperanza

A partir del domingo próximo, el Rastro madrileño será ampliado con la incorporación de una nueva zona delimitada por los paseos de los Olmos, de las Acacias y de La Esperanza y, en cambio, se prohibirá la instalación de tenderetes en el sector alto de la plaza de Cascorro y en las calles que limitan con ella en dirección a la Puerta del Sol. Con ello se persiguen varios objetivos, entre ellos el de evitar las grandes congestiones actuales.Sobre la nueva ampliación, el concejal Benito Martín Lozano ha explicado a EL PAIS que hay una primera razón para el cambio: la incapacidad del actual emplazamiento. «El Rastro se nos está quedando pequeño. La desproporción entre el espacio de que dispone y la afluencia de vendedores y visitantes se traduce en varios problemas importantes. Uno es el permanente bloqueo de la casa de socorro; otro, el de la comisaría, y el tercero, la incapacidad de la zona paara resolver el hipotético problema de una catástrofe. Si un día se produjese, por ejemplo, un incendio, la aglomeración de público y la imposibilidad de desalojarlo rápidamente a través de calles de antigua construcción, agobiadas por los coches, ocasionarían una desgracia, de dimensiones gigantescas. Pero, hay otras razones para ese desplazamiento: en la calle de San Millán y en otras arterias próximas, la afluencia de hippies, cada día mayor, ha llevado al cierre dominical a los dueños de muchos restaurantes, que prescinden así de la jornada que les era más rentable.

Hay, por tanto, razones de distinta categoría para justificar el nuevo emplazamiento. «Y todas implican ventajas de las que van a disfrutar de un modo inmediato los madrileños que frecuentan la zona.

Queremos proponer que, desde el próximo domingo, los visitantes prescindan de sus automóviles para utilizar definitivamente el Metro. La nueva zona dedicada al Rastro está perfectamente comunicada con las estaciones de La Latina, Tiso de Molina, puerta de Toledo, Embajadores y Acacias. Ello va a significar un ahorro de dinero a los automovilistas y, además, de tiempo. Así acabaremos con los atascos de una vez.»

Respecto a posibles perjuicios a residentes en la zona habilitada desde el próximo domingo, «no hay por qué preocuparse: sólo autorizaremos a poner tenderetes en las aceras deshabitadas; es decir, en las que lindan con tapias y no con casas. El público debe tener en cuenta que todas estas calles son mucho más amplias: hay aceras con un ancho de diez metros, que además están protegidas por árboles, de manera que la instalación de tenderetes y la permanencia en la zona es mucho más cómoda. Me parece importante señalar que, en este caso, las ventajas van a ser disfrutadas mancomunadamente por todos los usuarios. En la situación actual es cada día más probable una gran desgracia provocada por un fuego o por otra situación de pánico. Hoy no podemos disponer de la casa de socorro, porque el acceso rápido hasta ella es imposible. Se trata, de salvar el Rastro, no de acabar con él.»

La preocupación por modificar la zona dedicada a la instalación de tenderetes surgió «el día que vimos que el Rastro tendía a extenderse hacia la Puerta del Sol, en vez de desplazarse en sentido contrario.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_