Todo
el mundo asume en Europa que ese viejo venerable con aspecto de oriental que figura en las tiendas en las que se venden los pollos fritos Kentucky no existe, que es una figuración inventada por los americanos para dar salida a esta especialidad, que se ve en la mayor parte de las capitales europeas, incluida Madrid. Pues ese señor existe y acaba de cumplir -los cumplió ayer- 89 años. Ya es menos sonriente, conserva maneras de coronel -fue militar del Ejército norteamericano- y come muchísimo menos. El fue el fundador, hace veintitrés años, de las famosas tiendas,y se llama Harland Sanders.
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