Banca Catalana recibirá de la Caixa un crédito de mil millones de pesetas

La compra de acciones de Banca Catalana por parte de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares (Caixa), por importe de mil millones de pesetas, irá acompañada de la concesión de créditos de la Caixa a Banca Catalana por un importe de otros mil millones de pesetas, según ha sabido EL PAIS en fuentes solventes. Ello dobla la importancia de la operación en curso, que afecta al principal grupo bancano catalán (más de 200.000 millones de recursos totales) y a la principal caja de ahorros de Cataluña y de España.La compra de las acciones de Catalana se ha realizado a sociedades de cartera del grupo y, sobre todo, en base a la adquisición de los derechos de suscripción de la última ampliación pendientes de colocar. Ello supone que los mil millones que la Caixa abonará por la compra de ese 7% añaden liquidez al grupo de forma directa. El crédito de los otros mil millones de pesetas se ha formalizado con una hipoteca sobre el edificio que albergará la sede central del grupo Catalana en una zona céntrica de Barcelona. Además de la entrada en el grupo de los dos mil millones de pesetas con efectos beneficiosos sobre la liquidez, no hay que olvidar el impacto favorable en el mercado financiero para Catalana en base al respaldo de una institución taa sólida y solvente como la Caixa.

La operación está justificada, desde la óptica de Banca Catalana, por la falta de liquidez que caracteriza a prácticamente todos los bancos españoles que poseen bancos industriales y que han desarrollado una política de fuerte expansión los últimos años. Este es el caso de Banca Catalana, en cuyo grupo se integran el Banco Industrial de Cataluña y, desde hace poco, el Banco Industrial del Mediterráneo.

La concesión de créditos a Banca Catalana se llevará a cabo con un tipo de interés interbancario que será beneficioso para ésta, debido a que paralelamente se produce una fuerte penetración de la institución que concede el crédito en el mencionado banco. Asimismo, las empresas dependientes del Banco Industrial de Cataluña podrán esperar una especial consideración por parte de la Caixa a la hora de solicitar créditos de ésta, aliviando con ello la presión que ahora ejercen sobre el grupo Catalana, cuyos mayores problemas serios provienen de este sector industrial de su grupo.

Fue por razones comparables que el Banco de Madrid -de origen catalán, pese a su nombre- vendió a Caixa, hace unos meses, el edificio de su propiedad en el paseo de la Castellana, de Madrid. El importe de aquella operación fue de 3.000 millones de pesetas. La compra del edificio permitirá a la Caixa potenciar su presencia en Madrid y en el resto de España, lo cual constituye un nuevo obstáculo para los deseos de control de la institución de ahorro que expresa, con esperanzas decrecientes, la izquierda catalana.

Por otro lado, Banca Catalana intenta reorientar la función del Banco Industrial de Cataluña. En este sentido, fuentes directas informaron de un enfrentamiento personal habido en las pasadas semanas entre el antiguo director general del grupo, Joan Martí, y el nuevo presidente de Banca Catalana, Raimon Carrasco. La confrontación se saldó favorablemente a Carrasco, quien obtuvo el apoyo de Jordi Pujol, principal accionista del grupo. Joan Martí ha pasado a ocupar uno de los nuevos puestos de consejero con poderes delegados del consejo, mientras que Esteve Renom ha sido designado director general del grupo y responsable de la línea ejecutiva en el día a día.