El alcalde de Biarritz niega que todos los exiliados vascos sean refugiados políticos

Unas quinientas personas asistieron ayer en Biarritz a la manifestación, prohibida, convocada en Euskadi Norte con el fin de reivindicar el estatuto de refugiados políticos (suspendido por el Gobierno francés) para los exiliados de Euskadi Sur y también para solicitar la liberación de las tres personas detenidas durante la manifestación de Bayona la semana última. Un dirigente del desfile se quejó de la poca asistencia; dos autocares de policía francesa, desde por la mañana, se estacionaron en la frontera de Hendaya para impedir la entrada de los vascos del Sur.

A pocos kilómetros, también para reivindicar el estatuto de refugiados políticos, en la iglesia de Hendaya, cedida por el cura párroco, frente a la plaza de la villa, mantienen su huelga de hambre desde hace veinte días 34 jóvenes refugiados políticos del Sur, catorce mujeres y hombres el resto. Hace cuatro días, tres fueron hospitalizados y una mujer de veintisiete años se encuentra en estado crítico. Sólo beben agua, y cuatro enfermeras y un médico los cuidan constantemente, pues todos ellos, tumbados en colchonetas alrededor del altar de la iglesia, se manifiestan desfallecidos: «Pero continuaremos hasta el final», declaró uno de ellos a EL PAIS. «Recibimos muchas visitas de vascos del Norte y del Sur. Y hoy nos llegó un telegrama del Movimiento Comunista de Madrid.» Otro de los huelgistas se extraña de que se ponga en entredicho «la colaboración total entre los Gobiernos de Madrid y París. Esto se ve todos los días y ya llegará el momento en que podamos dar los nombres de los policías franceses que han intervenido en los atentados contra nosotros en Euskadi Norte».El tema del estatuto de refugiados políticos está a la orden del día en el País Vasco francés. Es el tema que moviliza a los militantes y predomina en toda su prensa. Pero un manifestante, ayer, no se declaraba optimista: «No va a ser fácil conseguir una negociación», nos decía. «Todo se pone cada día más duro.» El alcalde de Biarritz, Bernard Marie, diputado también de la mayoría gubernamental, manifiesta conocer «mejor que en París el problema vasco y, en particular, la cuestión de los refugiados políticos de Euskadi Sur». A lo largo de una conversación mantenida con EL PAIS en la alcaldía de Biarritz se refirió, entre otros temas, al de actualidad ya precitado.

PREGUNTA. ¿Cómo ve usted esta delicada cuestión del estatuto de refugiados políticos de los vascos de Euskadi Sur?

RESPUESTA. Lo primero que hay que saber es si todos los que reclaman la calidad de refugiados lo son. Pues bien, yo digo que no. Muchos de ellos disponen de pasaporte español, pero prefieren quedar aquí porque, a lo largo de los años, han creado lazos familiares y económicos. Tal es el caso de Juan Etxabe. Ahora bien, en torno a esta cuestión se ha amalgamado todo, y esto lo han hecho ETA militar y los grupúsculos revolucionarios vascos franceses. ETA ha encontrado en el Gobierno francés el «interlocutor» que necesitaba para ocultar sus propias dificultades. Y los grupos revolucionarios franceses fabrican un magnífico cóctel en el que mezclan la lucha revolucionaria y un cierto número de posiciones racistas dignas del nazismo.

P. ¿Prevé usted una solución?

R. La cuestión de los refugiados, teóricamente, debiera resolverse con el resultado del referéndum, el próximo 25 de octubre, sobre la autonomía vasca. De ganar el «sí» al referéndum, no tendría que haber más problemas de refugiados, pero ni ETA ni los grupúsculos revolucionarios vascos franceses lo desean así. Para ellos la lucha revolucionaria va más lejos. Lo que desean es crear un clima de inseguridad que atente contra las personas y contra la economía. Es lo que pasa en el País Vasco español y lo que desean que ocurra en el Norte. En consecuencia, yo no creo que el problema vaya a clarificarse. Sea cual fuere el resultado del referéndum de octubre, los atentados se reanudarán, no sólo contra el Gobierno español, sino contra el Gobierno autonómico vasco.

P. De ser como usted lo expone, ¿continuará el éxodo de los militantes vascos del Sur hacia Euskadi Norte?

R. Evidentemente. Van a continuar buscando refugio aquí, en donde están implantados mucho más sólidamente de lo que creen las autoridades de París, y sobre todo, en el interior del País Vasco. Por esto precisamente es por lo que se está creando todo este bullicio en torno al estatuto de los refugiados políticos vascos.

Ayer, durante la manifestación, interrogamos a dos refugiados del Sur sobre la verosimilitud de la noticia aparecida en El Imparcial, que se refería al señor Areilza como intermediario entre el Gobierno y ETA. De entrada, ambos estallaron en risas, y uno de ellos, ya repuesto, comentó: «Nunca aprenderán a ver el problema vasco como lo que es. Mierda.»