Etxabe abandona su huelga de hambre

Juan José Etxabe abandonó el jueves la huelga de hambre que mantenía desde quince días antes, al llegar a un acuerdo extraoficial con las autoridades francesas sobre su situación.El acuerdo fue conseguido por el diputado Bernard Maire, del RPR francés, partido que forma parte de la mayoría gubernamental. Maire mantuvo una entrevista con Etxabe en su villa de Anglet y le propuso abandonar el norte del País Vasco durante tres meses, tras los cuales, podría volver a instalarse en San Juan de Luz y continuar su vida normal.

Antes de que comenzara el plazo, Etxabe dispondría del tiempo, suficiente para arreglar todos los asuntos pendientes con la Seguridad Social y nombrar un gerente para su bar-restaurante, si lo desea. Posteriormente, durante los tres meses de alejamiento, Juan José Etxabe podría acudir a Bayona para seguir tratamiento médico, en caso de que surgiera alguna complicación en la evolución de las heridas que aún tiene, a consecuencia del atentado en el que murió su mujer, Agurtzane Arregui.

Con estas condiciones, al parecer, las autoridades francesas desean cortar el escándalo suscitado en ciertos medios por las medldas que se adoptaron contra el refugiado vasco, normalizando su situación cuando el interés informativo del tema haya desaparecido.

Durante la entrevista de Juan José Etxabe con el diputado gaullista, el subiprefecto de los Pirineos Atlánticos se encontraba en la villa, y fue consultado en varias ocasiories por el señor Maire.

El diputado francés, una vez alcanzado el acuerdo, encargó a Juan José Etxabe que mediara con la treintena de personas encerradas en Santa Ana, de Hendaya, ofreciéndoles la seguridad de que no se tomarían medidas contra ellos, si abandonaban su encierro y la huelga de hambre. Los encerrados no aceptaron la propuesta, ya que -según indica el comunicado- la oferta del diputado Maire no ofrece garantías y no satisface su exigencia de que se reconozca a todos los refugiados, de forma oficial, su condición.

Etxabe, una vez finalizada su huelga de hambre -la séptima en pocos años-, cruzó el jueves por la tarde la frontera del Bidasoa, efectuando compras en Behovia para su restaurante. En ningún momento se le presentaron problemas, ya que dispone de pasaporte español.