Planificación familiar
En la carta de I. Arechaga, sobre el control de natalidad (EL PAIS, 12-VIII- 1979), hay una lamentable confusión metodológica: para juzgar qué hacer como militar en guerra se sigue lo que dice el general, y no el sargento; en la Iglesia «militante», lo que dice el Papa, y no el sociólogo A. González Molito. Pero para juzgar qué pensar científicamente, el recurrir a argumentos de autoridad es meter una vaca en un concierto.Por razones científicas no se puede llamar «natural» a un método de control de natalidad que lleva a abstenerse de los impulsos más naturales cuando más naturalmente se manifiestan, empleando calendarios, termómetros, tornasoles, etcétera, para intentar adivinar esos momentos. También parece una broma pesada el llamar «paternidad responsable» al utilizar esos métodos tan inseguros para algo tan serio como el tener o no tener hijos (comportamiento, este sí, irresponsable e inmoral si lo hay). De ahí que incluso la mayoría de los expertos católicos escogidos por el Papa autor de la encíclica Humanae Vitae estuvieran con lo que el Papa decidió.
¿Fue esa decisión un capricho insensato? No; la misma sociología explica el profundo «sentido de Iglesia» de esa postura, como la de Franco al dar premios de natalidad a familias que parían veinticuatro hijos.... de los que sobrevivían tres. A esa organización religiosa no le interesan los métodos realmente «naturales» (siempre se definió como un «antifisis», antinaturaleza), como al régimen franquista no le convenía una gran natalidad efectiva, sino la difusión de aquellos métodos de (des)control de la natalidad que, por inseguros, irracionales y de consecuencias dolorosas, fomentaran el «vivir peligrosamente», el despreciar una vida hecha así también dura, irracional, llevando al «muero porque no muero » de santa Teresa y al « ¡Viva la muerte! » del cruzado Millán Astray.
En definitiva, pues, estos pretendidos «defensores de la vida», de la «familia numerosa», quieren que prolifere hasta la inflación, depreciación y abaratamiento de la vida realmente sana, equilibrada y responsable que necesita una racional planificación de la natalidad.
, de la Asociación Castellana de Planificación Familiar
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.