El papel del INI

«Los últimos días, a falta de noticias sobre el plan económico -cuya presentación, según todos los indicios, ha sido demorada hasta septiembre-, han ofrecido cábalas y rumores sobre el futuro del Instituto Nacional de Industria, así como unas declaraciones de su presidente, señor De la Rica, en las que afirmaba "que no se quería aumentar el déficit para el año que viene". Como es sabido, las empresas del Instituto sufrieron conjuntamente en 1978 unas pérdidas del orden de los 57.000 millones de pesetas.Dentro de estos aires de liberalización que en la dirección actual de la política económica española parecen soplar, uno de los temas que deben merecer una atención preferente es el del papel del Instituto Nacional de Industria en la futura política industrial del país. En efecto, no se puede gobernar al Instituto con los mismos criterios que impulsaron su creación, esto es, promoviendo la industralización del país y acudiendo a aquellos sectores que por su propia naturaleza o el fuerte volumen exigido de inversiones no podrían ser atendidos por la iniciativa privada.(...)

En consecuencia, urge una redefinición del papel y objetivos del INI que, en la medida de lo posible, debería despolitizarse. Naturalmente, las decisiones últimas de inversión pública, especialmente en tiempos como los actuales en los qae la inversión privada es tan débil, siempre serán políticas, pero no es lógico que los últimos tres años y medio los empleados del INI hayan estado bajo las directrices de media docena de ministros de Industria, cada uno con sus correspondientes ideas sobre cuál debería ser la misión ideal del Instituto. En un país récord en cuanto a movilidad de departamentos ministeriales -Italia-, los dirigentes del ente industrial público gozan de una mayor autonomía que sus análogos españoles.» ( ... )

14 de agosto.