Nuevos atentados en el País Vasco contra intereses franceses

Un nuevo atentado ayer, en el País Vasco francés, hace que los franceses se interroguen sobre las repercusiones del problema vasco español en Francia. Una potente carga explosiva fue colocada en el primer piso del Palacio de Justicia de Bayona durante la madrugada de ayer. No hubo víctimas humanas, pero los destrozos son considerables. Anoche, el acto aún no había sido reivindicado. Los comentaristas franceses lo ligaron al contencioso que confronta a los vascos españoles y al Gobierno francés desde que este último, a principios de año, les suprimió a los primeros la carta de refugiados.Ayer mismo, cuatro artefactos explosivos, que contenían más de un kilo de explosivo plástico, estallaron simultáneamente en la agencia de la compañía Renault situada en la carretera Durango-Amorebieta (Vizcaya), sobre las doce de la noche del viernes al sábado. Los artefactos estaban colocados junto al escaparate del local, y fueron activados mediante, una mecha lenta. No se registraron víctimas, aunque los daños materiales son considerables.

También, en la madrugada de ayer, personas desconocidas robaron una metralleta y un cargador con veinte cartuchos en la caseta de los gendarmes franceses situada en la frontera de Behovia (San Sebastián), según han informado a Europa Press fuentes de la aduana. La sustracción se produjo en un momento en que el gendarme se quedó dormido.

Por otra parte, mientras que fuentes próximas a ETA militar le declararon a EL PAÍS «la lucha que se avecina va a ser muy dura y la independencia de Euskadi llegará más fácilmente y antes de lo que podía pensarse como consecuencia de la torpeza de Madrid», el diario parisiense Liberation, sensible a los etarras, analizaba ayer la situación en Euskadi sur de la siguiente manera: «En el País Vasco reina, desde hace algunos días, una sensación bastante indefinible de un cambio oscilante entre el endurecimiento y la duda. Tras los atentados de Madrid y la adopción del Estatuto de Autonomía, del que nadie sabe lo que va a dar en Euskadi, se palpa como una duda incluso en los propósitos de los más convencidos.»